Largas filas de caritas ilusionadas y soñoliantas podían verse, desde las 6:00 de la mañana, ayer, en los alrededores de Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Eran los candidatos a un cupo para estudiar en este centro de estudios. Muchos de ellos, menores 17 años, iban acompañados de sus padres, que se resisten a sacarlos del “cascarón” maternal y quienes, también, tuvieron que hacer fila para ingresar al campus. Visiblemente nerviosos, portaban sus credenciales, lápiz grafito 2HB, borrador y sacapuntas, como se les pidió. Igualmente, se les dijo que llegaran bien desayunados con mascarillas y sin mochilas, alimentos o bebidas.
El propio rector del Alma Máter, Odir Fernández, les dio la bienvenida. “Es muy normal que se sientan nerviosos, pero nosotros los recibimos con mucho gusto y los vamos a apoyar en la carrera que elijan”, dijo el académico, quien, también, tuvo que “mañanear” al campus capitalino.
Antes del mediodía casi todos habían terminado el examen, excepto, los del área de salud, que regresaron a la 1:30 para someterse a una segunda prueba específica de su carrera. La Prueba de Actitud Académica (PAA), que así se llama, consta de 700 puntos para ser admitido y quienes lo hagan podrán comenzar en el tercer período de este año. Los aplazados tendrán una nueva oportunidad en julio, pero se matricularán en el primer período del 2025. En total, el examen se puede repetir tres veces.