19 miembros de una secta fueron detenidos por trata de personas y explotación sexual en Argentina

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Un total de 19 personas fueron detenidas en 50 allanamientos realizados por las fuerzas de seguridad argentinas en una operación contra una secta religiosa acusada de trata de personas, explotación sexual y laboral.

 

La secta operaba bajo la fachada de un centro de yoga, donde captaba a personas para someterlas a explotación sexual y laboral. En la operación se han incautado cerca de 500.000 dólares, videos pornográficos, títulos de propiedad e historias clínicas.

 

En total, se emitieron 24 órdenes de detenciones, de las cuales se concretaron 19, por lo que la investigación sigue abierta y se busca a los restantes sospechosos.

 

Además, fueron entrevistadas unas 66 personas, en gran parte mayores de edad, que serían víctimas de la secta y que estaban en un inmueble en la calle Estado de Israel 4.457, en el barrio bonaerense de Villa Crespo.

 

Los registros y detenciones se han llevado a cabo en la ciudad y la región de Buenos Aires para investigar delitos como hurto agravado, lavado de activos y ejercicio ilegal de la medicina. La secta tendría, además, presencia en Estados Unidos.

 

La operación Secta Sociedad Anónima se realizó el viernes por la noche a cargo de detectives del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina.

 

La empresa BA Group era «la cara visible» utilizada por una organización criminal transnacional con presencia en los sectores de la salud y la política.

La organización captaba a sus víctimas con la promesa terminar con «los males del sida y las drogas» y «buscar el desarrollo de la felicidad», según los investigadores.

 

Con esta metodología, tras incorporarlos lograban reducirlos a una situación de servidumbre, y utilizaban a sus víctimas para el ofrecimiento de relaciones sexuales a «personas de poder».

 

También se dedicarían a realizar «curas de sueño» consistentes en «empastillar» a los «fieles» de la organización para dormirlos durante días como forma de castigo.

 

El dinero obtenido se utilizaba en inversiones inmobiliarias que posee la organización en Argentina y también se enviaba a fundaciones creadas en Estados Unidos. La Embajada de Estados Unidos en Argentina ha colaborado con la investigación aportando información.

 

La secta estaba fuertemente estructurada y contaba con varios niveles a los que se podía «evolucionar» o «reencarnar» todo bajo un líder llamado «Maestro» o «El ángel» de nivel 7. Sus inferiores serían los «secundantes» (nivel 6), los «apóstoles» y los «genios» (nivel 5), los «alumnos» (4) y los «humanos comunes» (niveles 1, 2 y 3).

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