Empresario hondureño muere por deshidratación extrema en intento por cruzar el desierto de Texas

Un joven empresario de El Progreso, Yoro, quien se enfrentó a los peligros de la ruta migratoria, murió en el pesado y mortal desierto de Texas que conecta a México con Estados Unidos.

Él huyó del país a causa de las amenazas por criminalidad organizada que le cobraba extorsión.
El fallecido de nombre Javier Bonilla, abogado de profesión, partió de Honduras con la esperanza de encontrar el sueño americano y poder reunirse con su esposa y su hijo, quienes hoy lloran amargamente por la irreparable pérdida de su ser amado.

Las autoridades mexicanas encontraron su cuerpo y notificaron a sus familiares sobre su muerte este lunes 1 de julio.

Bonilla, quien tenía un restaurante en El Progreso conocido como “La Birriada”, decidió emigrar debido a problemas de inseguridad y amenazas de muerte por extorsión, en las redes sociales, avisó del cierre meses atrás.

Luego de conocer la triste noticia se informó por parte de la red social del restaurante sobre la muerte del emprendedor,” Hoy, una familia progreseña, luchadora y llena de sueños y metas por cumplir, está de luto. La extorsión nos obligó a cerrar nuestro restaurante, destruyendo a una familia humilde y trabajadora. Nos forzaron a huir, y ahora perdimos a un gran ser humano que deja enlutada a una familia por las injusticias y desgracias de nuestro inhabitable país”, expresó el restaurante de comida mexicana, “La Birriada”, en su cuenta de Facebook.

La esposa de Bonilla, Stefany y su bebé lograron irse al país norteamericano para resguardar su vida, pero a Javier no le pudieron sacar la visa, por lo que se vio obligado a salir de manera ilegal, tras las amenazas realizadas.

“EXTORSIONADORES PEDIAN L200 MIL

Con su voz entrecortada y llorando durante toda la entrevista realizada para un medio televisivo nacional, Setefany de Bonilla contó que “nosotros nos vimos afectados por la pandemia, ambos éramos abogados, todo había cerrado, pues para sacar adelante a nuestro hijo decidimos emprender y vender comida desde nuestra casa, y vendimos por cuatro años, intentamos varias veces cumplir nuestro sueño de abrir el restaurante, pero tuvimos muchos intentos fallidos, mi esposo casi muere por COVID-19, fue una de las personas que tuvo comprometido un 90 por ciento de sus pulmones, pero Dios estuvo presente con él en todo momento, luego a mi madre le detectaron cáncer, y la tercera vez que íbamos a comprar las cosas para instalar nuestro restaurante tuvimos un accidente automovilístico perdimos todos los recursos para ponerlo”.

Siguió que “hasta el año pasado intentaron instalarlo pidiéndole a Dios que nos brindara la oportunidad para ponerlo, sin saber nos iba a venir la desgracia a nuestras vidas, lo pusimos en febrero (de este año) pero solo laboramos dos meses porque el 12 de abril recibimos una nota de extorsión solicitándonos pagar más de 200 mil lempiras y que se los pagáramos en un término de 48 horas, dinero que no teníamos, y sino pagábamos ya sabíamos las consecuencias porque ellos ya conocían la ubicación de nuestra casa, negocio y el bufete de abogados donde trabajábamos, comenzaron las llamadas hostigantes, amenazantes, donde nos iban a matar a todos, en la última llamada le dijeron a mi esposo que pensara en la vida de tu hijo, que va a “x” escuela, tuvimos que huir de la ciudad”.

“Mi esposo era una persona bondadosa, pero lastimosamente emprendió un camino para acá, un camino lleno de mentiras, un camino donde la persona que nos trajo nos engañó a todos, con él perdimos comunicación el pasado jueves 13 de junio, su último mensaje fue “nos vemos pronto, te amo mi amor, ya pronto estaremos juntos”, lamentó.

La viuda detalló que llamó por todos lados en busca de su esposo, expuso su situación de emergencia, pero ayer (lunes) hable con una señora de Derechos Humanos y me brindó un numero de un comandante Esparza pidiéndole información de su esposo, que desde hace más de 18 días no tiene información de él, le pregunté si había una persona desconocida en la morgue, y le pidió las características, las cuales coincidieron con las de su esposo.

Carlos García

Editor

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