Una mujer murió acribillada a balazos por hombres fuertemente armados en la aldea San Rafael, municipio de San Luis, Comayagua, en un posible ajuste de cuentas luego de que ella denunció a los asesinos de su hijo policía en esa misma jurisdicción de la zona central de Honduras.
La víctima, Rosa Evelina Flores, fue interceptada en una calle que conduce a su casa, después de haber salido de la iglesia. Ella interpuso diversas demandas en contra de los supuestos asesinos de su único hijo, en agosto del 2022, un caso avanzado que estaba por esclarecerse. En ese contexto, la dama habría sido “silenciada” por los mismos criminales que le arrebataron la vida a su retoño, sospecharon miembros de la familia doliente que llegaron ayer a la morgue de Tegucigalpa para retirar el cadáver.
Cerca de 300 mujeres han sido ultimadas en forma violenta en lo que va del 2024 con mayor incidencia en los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Olancho, de acuerdo con el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
La mayoría de crímenes ocurrieron dentro de viviendas, seguido de espacios públicos, cometidos con el uso de armas de fuego.
Mientras, un reciente análisis del BID señaló que el feminicidio es la expresión más extrema de la violencia contra las mujeres. Honduras es uno de los países con las tasas de muertes violentas de mujeres más altas del mundo.