La capital hondureña “retumbó” con la tradicional quema de pólvora y juegos pirotécnicos que con sus luces multicolores iluminaron el cielo, mientras las familias recibían el año 2025, en distintos barrios y colonias.
Cuando el reloj marcó las 12:00 de la noche, la “tronazón” de los “cohetillos”, morteros y metralletas comenzó a escucharse, mientras el cielo era cubierto por una capa de humo.
Como ocurre todos los años, pese a la prohibición edilicia para quemar pólvora en el Distrito Central, en los barrios y colonias el denominador común fueron los estruendos provocados por cohetes de todo tipo.
CUARENTA MINUTOS
Por espacio de unos 40 minutos, en la capital se escuchó “tronar” los distintos productos elaborados a base de pólvora, al tiempo que en los hogares se compartían los buenos deseos, abrazos y plegarias para un mejor año.
Los capitalinos celebraron el Año Nuevo al ritmo de cohetes, bengalas y un sinfín de explosiones de pirotecnia que transformaron la noche en una verdadera fiesta de luz, que dio la bienvenida a nuevas esperanzas.
Desde los barrios más tradicionales hasta los puntos más altos de la ciudad, las familias se reunieron para disfrutar del momento, mientras el estruendo de los cohetes y la magia de los fuegos artificiales pintaban el cielo.
El espectáculo pirotécnico se convirtió en el gran protagonista de la noche, con miles de capitalinos compartiendo abrazos y deseos de un próspero año. A pesar de la prohibición, la capital “trono”, para despedir el 2024.
De momento no se han reportado incidencias por el uso de pólvora; sin embargo, al cierre del 2024 la cifra de niños lesionados por pólvora y líquidos calientes, era alta.