La jefa del Programa de Zoonosis de la Secretaría de Salud (Sesal), Reina Velásquez, confirmó que se realiza la investigación de tres muertes más que podrían haber sido causadas por el gusano barrenador, pero que aún no hay certeza de ello.
Velásquez, confirmó que los casos de gusano barrenador en humanos han incrementado por lo que ya se contabilizan 41 víctimas, entre las cuales hay varios niños de cuatro años de edad.
“Hay menores de cuatro años con la enfermedad, además se han registrado tres muertes relacionadas con miasis por gusano barrenador; dos de las personas fallecidas padecían enfermedades preexistentes”, señaló.
La miasis por gusano barrenador es una enfermedad parasitaria provocada por la fase de larva o gusano de la mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales de sangre caliente, y también en los humanos.
Horas después de la puesta, nacen las larvas que se alimentan de tejido vivo, causando lesiones graves, pérdida de la función de órganos e incluso la muerte en casos severos.
La presencia del gusano barrenador en animales fue detectada en Honduras en septiembre de 2024, lo que llevó a las autoridades a declarar una emergencia sanitaria.
Mientras que el primer caso en humanos se reportó el 6 de febrero de 2025, en un hombre residente en Catacamas, departamento de Olancho, y hasta la fecha ya son 41 contagios y una muerte oficialmente confirmada.
Velásquez señaló que los departamentos más afectados son Francisco Morazán, El Paraíso, Olancho, Ocotepeque y Yoro.
También hizo un llamado a la población, especialmente a quienes presentan heridas o úlceras, para que mantengan una adecuada higiene y cuidados médicos, con el fin de evitar que las moscas depositen sus larvas y provoquen miasis.
Hasta la fecha, el país ha confirmado más de 1,400 casos de gusano barrenador en animales desde la declaratoria de alerta sanitaria. Por lo que la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), ha implementado un plan de prevención.
Este plan incluye la instalación de cuarentenas en puntos de ingreso, vigilancia epidemiológica en zonas de riesgo, campañas de educación sanitaria masiva y un refuerzo en los controles de inspección y movimiento de animales.