Un juez federal de Estados Unidos ordenó la liberación inmediata de Ramón Matta Ballesteros, de 80 años, quien permaneció más de tres décadas en una prisión de alta seguridad desde su captura en abril de 1988.
La medida fue tomada principalmente por razones humanitarias, ante el delicado estado de salud del hondureño, quien padece de cáncer de próstata, problemas de visión, pérdida dental y otras afecciones crónicas.
Según el abogado Marlon Duarte, el juez concedió la liberación tras considerar tanto el deterioro físico de Matta como el hecho de que fue desestimada su participación en el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.
“Los propios federales retiraron la acusación al comprobar que don Ramón Matta nunca estuvo en el lugar de los hechos”, afirmó.
La única condena que sigue vigente es por delitos relacionados con el narcotráfico. No obstante, Matta fue considerado apto para ser liberado bajo la figura de “tiempo servido”, tras pasar 37 años tras las rejas.
Actualmente, se encuentra bajo custodia de las autoridades migratorias estadounidenses mientras su defensa y familiares realizan gestiones para su repatriación a Honduras, la cual enfrenta obstáculos logísticos debido a su frágil salud.
Duarte explicó que el exnarcotraficante no tiene pasaporte y no puede viajar en aerolínea comercial, por lo que se evalúa el uso de un avión ambulancia.
“Lo vi bastante mal, en condiciones penitenciarias extremadamente precarias. Es un milagro que aún esté con vida”, declaró el abogado.
La familia de Matta Ballesteros también ha solicitado respeto a su privacidad durante este proceso, enfocándose en reencontrarse con él y brindarle cuidados en sus últimos años de vida.
