PUERTO CORTÉS, Honduras. Las fuerzas de seguridad del Estado ejecutaron ayer una serie de allanamientos en la aldea Baracoa, municipio de Puerto Cortés, con el objetivo de desarticular estructuras criminales vinculadas al tráfico de armas y drogas.
En el marco de la Fase III del Plan Solución Contra el Crimen, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC), con apoyo del Ministerio Público, inspeccionaron varias viviendas previamente identificadas mediante labores de inteligencia y vigilancia.
En una de las residencias intervenidas, se localizó un saco rojo que contenía un fusil AR-15 calibre 5.56 mm, un cargador con 20 cartuchos del mismo calibre y al menos 20 paquetes de supuesta marihuana.
Las autoridades informaron que la vivienda ya estaba bajo observación desde hacía varios días, debido a sospechas de que era utilizada como centro de almacenamiento y distribución de estupefacientes.
Todo el material incautado fue trasladado al almacén de evidencias del Ministerio Público en Puerto Cortés y se abrió una línea de investigación para determinar si los objetos decomisados pertenecen a una estructura criminal organizada.
En una operación paralela, la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) capturaron a diez presuntos miembros de la banda criminal “La Kleibona” en la misma zona.
A los detenidos se les vincula con delitos como tráfico ilícito de drogas, tenencia ilegal de armas de fuego de uso prohibido y asociación para delinquir.
Las autoridades reiteraron su compromiso de continuar con operativos de alto impacto en zonas estratégicas del país, como parte de una ofensiva nacional contra el crimen organizado.
La población ha sido instada a colaborar con las investigaciones mediante denuncias anónimas que permitan identificar otros puntos de riesgo en la región.