La jefa de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Honduras, Mariana Rendón, advirtió sobre un aumento significativo en las solicitudes de asilo en el país, en un contexto marcado por el cambio en los flujos migratorios irregulares, que ahora se mueven de norte a sur.
Según Rendón, mientras en 2024 más de 374,000 personas cruzaron Honduras rumbo al norte, en lo que va del 2025 la cifra ha disminuido drásticamente, y se ha observado un creciente retorno de migrantes que quedaron varados en países como México.
“El gobierno ha confirmado que hay más solicitudes de asilo en Honduras porque muchas personas no lograron continuar su ruta y ahora buscan protección aquí”, explicó.
Este fenómeno representa un cambio estructural en el papel de Honduras dentro del mapa migratorio regional. Tradicionalmente país de origen y tránsito, ahora comienza a consolidarse como país receptor, lo que plantea nuevos desafíos en materia de inclusión social, acceso a servicios y protección legal.
Rendón subrayó que, además de los hondureños retornados, ahora se suman migrantes de otras nacionalidades –principalmente de Venezuela, Colombia y Ecuador– que permanecen en el país en situación de vulnerabilidad.
En paralelo, Honduras firmó recientemente un acuerdo bilateral con Estados Unidos para la revisión de solicitudes de protección internacional, mediante el cual se compromete a recibir hasta 240 personas extranjeras en dos años.
Aunque el gobierno hondureño ha evitado calificarlo como un acuerdo de “tercer país seguro”, el documento publicado en La Gaceta establece que el país podrá acoger a solicitantes de asilo rechazados por EE. UU., bajo criterios de elegibilidad y sin comprometer recursos financieros adicionales.
DATOS
La OIM y ACNUR han intensificado su apoyo técnico al gobierno hondureño para fortalecer el sistema de asilo, que aún enfrenta limitaciones operativas y legales.
La situación plantea una pregunta urgente: ¿está Honduras preparada para asumir este nuevo rol en la región? Mientras tanto, miles de personas esperan respuestas en un país que, paradójicamente, sigue siendo también uno de los principales expulsores de migrantes en Centroamérica.
SEGÚN INE
UNAS 300 SOLICITUDES
El acuerdo con EE. UU. ha generado debate entre expertos y organizaciones de derechos humanos, quienes advierten sobre la limitada capacidad institucional de Honduras para atender a estas personas y garantizarles condiciones dignas.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), Honduras ha recibido casi 300 solicitudes de refugio en lo que va del 2025, una cifra sin precedentes en comparación con años anteriores, donde el promedio anual oscilaba entre 100 y 200 casos.