Las concentraciones de partículas en el aire, que pueden alcanzar entre 60 y 120 microgramos por metro cúbico, representan un riesgo para la salud respiratoria y ocular.
Calidad del aire en Tegucigalpa según IQAir
A continuación, se detallan las principales recomendaciones relacionadas con el uso de mascarillas y otras medidas preventivas ante la presencia de polvo del Sahara.
- Uso de mascarillas: Se recomienda usar mascarillas, especialmente en áreas abiertas donde la concentración de partículas es mayor, para filtrar el polvo y proteger las vías respiratorias.Esto es particularmente importante para personas con asma, bronquitis, alergias u otras afecciones respiratorias:Las mascarillas deben ser de buena calidad, preferiblemente tipo quirúrgico o KN95, para garantizar una filtración efectiva de las partículas finas presentes en el polvo sahariano.
- Evitar exposición prolongada al aire libre: Se aconseja limitar actividades al aire libre, especialmente durante las horas de mayor concentración de polvo (generalmente al mediodía).Esto es crucial para niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con problemas respiratorios.
- Otras medidas de protección: Mantener ventanas y puertas cerradas: Para reducir la entrada de partículas de polvo al interior de hogares y vehículos.
- Hidratarse adecuadamente: Beber suficiente agua para mantener las vías respiratorias hidratadas y aliviar posibles irritaciones.
- Proteger los ojos: Usar lentes protectores para evitar irritación, enrojecimiento o sensación de quemazón causada por las partículas. En caso de molestias, lavar los ojos con agua potable limpia.
- Limpieza del hogar: Limpiar superficies con un paño húmedo para evitar que el polvo se acumule en el interior.
- Cubrir fuentes de agua y alimentos: Proteger el agua almacenada y los alimentos para evitar contaminación por partículas.
- Monitoreo de síntomas: Las personas deben estar atentas a síntomas como tos, irritación de garganta, congestión nasal, estornudos, dificultad para respirar o irritación ocular. Si estos persisten, se recomienda consultar a un médico.
El polvo del Sahara es una masa de aire seco y cálido que transporta partículas finas de arena y minerales desde el desierto del Sahara, en África, hasta Centroamérica, afectando la calidad del aire en Honduras.
Este fenómeno, que ocurre principalmente entre junio y agosto, puede agravar problemas respiratorios, causar alergias y reducir la visibilidad.
En 2025, las concentraciones reportadas oscilan entre 60 y 120 µg/m³, consideradas de moderadas a altas, lo que justifica las medidas de precaución.
Aunque el uso de mascarillas ya no es obligatorio en Honduras para fines relacionados con el COVID-19 (excepto en hospitales, clínicas y centros educativos, las autoridades han resaltado su importancia como medida preventiva ante el polvo del Sahara.