La comunidad hondureña vuelve a estar de luto tras conocerse el fallecimiento de un migrante en Estados Unidos, quien perdió la vida en un accidente laboral.
El hondureño fue identificado como Ludin Daniel Pineda López, de 27 años, originario de la comunidad de Aribas, en San Francisco del Valle, Ocotepeque, occidente de Honduras.
Ludin perdió la vida el martes 29 de julio murió mientras instalaba paneles solares en el estado de Nueva York.
Según informaron sus familiares y allegados, Ludin cayó desde el tercer piso de un edificio mientras cumplía con sus labores. El impacto fue fatal.
La noticia ha sacudido a sus seres queridos tanto en Estados Unidos como en su tierra natal, donde era recordado como un joven alegre, trabajador, bondadoso y sin vicios.
Este trágico incidente se suma a una serie de muertes recientes de hondureños que, en su lucha por sacar adelante a sus familias desde el extranjero, han perdido la vida en circunstancias laborales peligrosas o precarias.
Otros casos similares: vidas truncadas lejos de casa
Alex Quintanilla, de 40 años y también hondureño, murió electrocutado el 30 de julio mientras realizaba trabajos de jardinería en San Antonio, Texas. Una rama que cortaba tocó accidentalmente cables de alta tensión.
Su cuerpo quedó suspendido entre ramas y cables durante casi dos horas mientras los rescatistas esperaban que llegara personal eléctrico para cortar el suministro.
Su esposa, que llegó al lugar minutos después, denunció entre lágrimas la demora en el rescate. «Lo vi colgado, muerto, y no podía hacer nada», expresó desconsolada.
También se recuerda el caso de Brayan Alexander Ramos Mejía, de 25 años, originario de Atima, Santa Bárbara, quien murió en un accidente de tránsito el 24 de julio en California. Había migrado recientemente con la esperanza de dar una mejor vida a su esposa y su bebé de apenas un mes.
La comunidad organizó un emotivo servicio fúnebre en Vallejo, California, mientras se lucha por repatriar su cuerpo a Honduras.
Y solo días antes, el 22 de julio, tres hondureños originarios de La Unión, Copán –Francis Yáñez (52), Rudy Pérez (31) y Marlon Méndez (29)– murieron ahogados en el río Mississippi mientras pescaban. Solo uno de sus acompañantes logró salir con vida.