En Nicaragua se ha iniciado la transición del ‘orteguismo’ al ‘murillismo’, según analista

Las caídas del excomandante de la revolución sandinista Bayardo Arce y la del general en retiro Álvaro Baltodano, dos antiguos asesores del copresidente de Nicaragua, Daniel Ortega, forma parte de una ruptura en los anillos del poder en la transición del ‘orteguismo’ al ‘murillismo’, valoró el analista político nicaragüense desnacionalizado Óscar René Vargas.

Vargas, un antiguo asesor del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dijo a EFE esta semana que la detención de esos exaltos cargos, entre otros cercanos al mandatario sandinista, es consecuencia de la «sucesión dinástica» de los esposos y copresidentes, Rosario Murillo con Daniel Ortega, quienes estarían preparando el camino a uno de sus hijos.

«Se está produciendo una ruptura en los anillos de poder en la transición del ‘orteguismo’ al ‘murillismo’», analizó Vargas, que fue uno de los 222 presos políticos nicaragüenses desterrados a Estados Unidos en febrero de 2023 y despojado de su nacionalidad.

Para el también sociólogo, historiador, escritor, y exiliado en Costa Rica, como parte de esa «sucesión dinástica» es que se están haciendo públicas las fracturas y las grietas de los anillos de poder en Nicaragua.

La purga del sandinismo histórico

Para el politólogo y sociólogo nicaragüense Silvio Prado, las capturas de Arce, de Baltodano y de otros exjerarcas del sandinismo histórico «solo son una nueva vuelta de tuerca de una maquinaria exterminadora» de los Ortega Murillo, que comparó con «la misma que Stalin puso a andar en contra de los dirigentes de la revolución rusa que le hacían sombra».

«Al igual que en aquella ocasión, la maquinaria orteguista no parará hasta que no se haya despejado completamente el panorama de la sucesión para la matriarca y su familia», dijo Prado, que vive en España, en un artículo de opinión publicado en la plataforma Confidencial.

«Léase bien: Nadie, ningún miembro del llamado sandinismo histórico está a salvo de próximas purgas por mucho que le besen los anillos a la doña (Murillo). No es ideología; es biología», apuntó.

Para Prado, nunca antes los sandinistas habían estado tan indefensos, ni siquiera bajo el Gobierno de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, como ahora bajo el «régimen dinástico» de Ortega y Murillo.

Esa opinión la compartió la activista nicaragüense exiliada Haydée Castillo, para quien «la tiranía de Daniel Ortega y Rosario Murillo una vez constituida su dictadura prepara, a toda costa, el camino hacia el poder dinástico».

Lizzy Irías

Editora

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