El emperador de Japón, Naruhito, asistirá el viernes a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio, anunció este martes la Agencia de la Casa Imperial.
La emperatriz Masako no estará presente en la ceremonia, que tendrá lugar sin la participación del público, como la casi totalidad de las competiciones en los Juegos Olímpicos, y solamente con la presencia de algunos centenares de personalidades japonesas y extranjeras.
El emperador de Japón está desprovisto de poder político pero encarna una figura simbólica para el país.
La prensa local reseñó que Naruhito debería declarar este viernes la apertura oficial del evento como presidente de honor de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio, pero un responsable de la Agencia de la Casa Imperial, preguntada el martes por la AFP, no lo confirmó.
Su padre, Akihito, declaró abiertos los Juegos de invierno de Nagano-1998 y su abuelo, Hirohito, los Juegos de verano de Tokio-1964 y los de invierno de Sapporo-1972.
Naruhito debe recibir el jueves en el Palacio Imperial de altos responsables del Comité Olímpico Internacional, entre ellos su presidente Thomas Bach, y un día después a dirigentes extranjeros, antes de la ceremonia de apertura, según la cadena de la televisión pública japonesa, NHK.
A finales de junio, el jefe de la Agencia de la Casa Imperial, Yasuhiko Nishimura, había declarado a la prensa que el emperador estaba en su opinión «muy preocupado» por el aumento de casos de covid-19 a medida que se acercaban los Juegos Olímpicos, compartiendo temores con una gran parte de la población japonesa.
El gobierno nipón quitó importancia luego a esas palabras, estimando que Nishimura únicamente había compartido sus propios sentimientos.
Ante la impopularidad de los Juegos de Tokio para una parte importante de los japoneses según las encuestas, el gigante automovilístico Toyota, uno de los grandes patrocinadores del movimiento olímpico, comunicó el lunes que sus dirigentes no asistirán a la ceremonia de apertura.
Otros dirigentes de patrocinadores japoneses, como Panasonic o el gigante de las telecomunicaciones NTT, van también a evitar la ceremonia con un gesto similar, según la prensa local.