Alarma en colegios capitalinos

Las alertas se han disparado entre educandos de centros educativos, autoridades policiales y los mismos padres de familia, porque se ha detectado que varios estudiantes de colegios públicos y privados estarían siendo inducidos a intoxicarse con la denominada droga “poppers”.

Los “poppers” producen un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a los pocos segundos de inhalar la sustancia, con sensación de euforia, ligereza y aumento del deseo sexual. Se nombra así por el sonido que hace al abrirse la “polleta” que originalmente es envasada la sustancia.

Desinhibición, euforia y una mejor experiencia sexual es uno de sus “ganchos” para el consumo de la mencionada droga.

En este contexto, con la estratagema de que se tendrá momentos de excitación y euforia varios traficantes de drogas ya han llevado esa sustancia tóxica a las calles de Honduras, y lo peor del caso a las cercanías de los centros de aprendizaje, donde asisten miles de jóvenes inocentes y con ganas de sentir algo nunca vivido.

Denuncias en poder de la Policía Nacional y de entes dedicados a la seguridad sanitaria, ya manejan quejas que personas dedicadas a la venta de drogas han ofrecido esos compuestos a sus familiares cercanos, principalmente a jóvenes que asisten a centros educativos.

Pero la alerta no queda ahí, porque también se ha detectado que los “poppers” ya son usados en descontroladas fiestas clandestinas y estudiantiles.

Aunque es utilizado por personas de todas los géneros e identidades sexuales, los hombres homosexuales o bisexuales son más propensos a utilizarlo, según estudios científicos.

En tal sentido, los “poppers” ya han sido visto por muchas personas en bares y otros centros nocturnos de todo el país.

La mayoría de las personas que se atrevieron a inhalarla solo pudieron decir que causa un efecto excitante y la mayoría la conoció en discotecas, bares y centros de diversión nocturna.

Sin embargo, la mayoría de jóvenes que se atreven a ingerir la afrodisiaca droga no saben que la muerte es una de sus mayores consecuencias.

El peligro de inhalar la sustancia adictiva conocida como “poppers” es muy grande porque el aumento en su uso es muy grande, algo que ha puesto en alerta a las autoridades de Salud Pública y la Secretaría de Seguridad

Los “poppers” crean tolerancia, lo que, unido a la breve duración de sus efectos, lo convierte en una droga peligrosa, con un elevado riesgo de intoxicación por sobredosis, según los mismos científicos.

Cabe mencionar que la sustancia los riesgos de la sustancia son poco conocidos por la población hondureña, mayormente los jóvenes que se atreven o los inducen a adquirirla para ser ingerida en sus organismos.

Muchas de las personas entrevistadas por este rotativo indicaron que un día después de haberla ingerido sintieron dificultad para respirar, síntomas de tos crónica.

Al ser usada en grandes proporciones puede dañar el sistema inmunológico desencadenando una anemia y puede provocar hasta la pérdida de la visión.

De acuerdo a los mismos consumidores, la dependencia psicológica de los “poppers” es grave al ser usada en más de una ocasión y después de que se les pasa el efecto, algo que obliga a que la persona a repetir la dosis una y otra vez.

En otros países ya hay alertas sanitarias por el alto consumo de la afrodisiaca droga, muy popular entre los jóvenes.

Los “poppers” tienen una relación muy estrecha con la actividad sexual, algo que la convierte en el vínculo perfecto para practicas riesgosas y enfermedades de transmisión sexual

Otro factor de peligro es que los consumidores la combinan con otras drogas como ser cocaína, éxtasis, cristal, viagra y otras.

Con dicha combinación aumentan los riesgos de infartos seguida de una repentina e intempestiva muerte.

Por tal razón, autoridades de Salud hacen un llamado a los jóvenes y adultos a comprar este peligroso producto clandestinamente o por internet. (JGZ)


¿Qué es el Popper?

Concretamente, se trata de una sustancia líquida que se consume de forma inhalada a través de las fosas nasales. Los efectos comienzan a aparecer inmediatamente tras el consumo y la duración oscila entre varios segundos y unos pocos minutos, dependiendo de la dosis administrada y de las características propias de cada persona.

Carlos García

Editor

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