Los habitantes de unas 100 colonias del Distrito Central, por las que cruza la falla geológica El Bambú, se encuentran en riesgo ante las constantes e intensas lluvias, advirtió el Cuerpo de Bomberos.
El portavoz de la institución bomberil, teniente Cristian Sevilla, detalló que toda la zona que inicia en la Miramesí, pasando por El Reparto, San Miguel, Mololoa, El Sitio, hasta llegar al municipio vecino de Tatumbla, están en riesgo.
“Son aproximadamente unas 100 colonias que abarca esta falla, y una vez que el suelo esté saturado de agua, se inician los sedimentos, ya que estos son terrenos inestables; una vez que se entra en contacto con abundante agua, se forma un lodillo”, explicó.
Agregó que cuando el terreno esté saturado de agua, las casas pueden empezar a ceder, y se observará que las paredes y pisos se agrietan, “cabe resaltar que esto se irá dando de forma lenta”.
CASAS AGRIETADAS
Sevilla detalló que “son movimientos súbitos, se comienza a rajar la pared y ver otras cosas, entonces esto les da tiempo a las familias para que puedan salir y evacuar, salvar sus vidas y algunas de sus pertenencias”.
A los vecinos de estas zonas les recomendó “estar atentos ante cualquier cambio, buscar atención de los cuerpos de socorro; la alcaldía ya ha identificado estas zonas que están en riesgo”.
La Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) identificó que en la capital hay al menos 80 sectores en riesgo de deslizamientos o deslaves de tierra, los cuales amenazan varias colonias bajo un peligro inminente.
Actualmente se ejecutan proyectos para mitigar el riesgo en el sector “Los Jucos” del barrio Morazán, en Tegucigalpa, el sector 5 de la colonia Villanueva, sector El Cerro de Altos de los Pinos, la Betania, San Buenaventura y Altos de la San Francisco, en Comayagüela.
ZOZOBRA EN LA GUILLÉN
Por otra parte, después de dos años, vecinos de la colonia Guillén siguen en la incertidumbre y preocupación, ya que al menos 100 familias están en riesgo de perder sus viviendas y carecen de otro lugar donde vivir.
En esta zona, una falla geológica obligó al desalojo de unas 200 familias, algunas de ellas están a la espera de viviendas donadas por la alcaldía y otras instituciones, pero muchos tuvieron que volver a la zona cero a falta de recursos para alquilar o para comprar una vivienda.
Gloria Pérez es representante de las 100 familias que inicialmente fueron evacuadas, pero que, al no tener una respuesta gubernamental, se vieron obligadas a retornar a sus casas que están a la orilla del precipicio.
Pérez explicó que “se trata de familias que se encuentran en la denominada zona cero, donde se reportó el deslizamiento, estamos en zona de riesgo”.
“Necesitamos que nos ayuden, que nos den la oportunidad de una vivienda en otro lugar, que nos permitan salir de aquí con facilidades”, suplicó afligida.