Cuando apenas intentan recuperarse de un infernal calor, millones de partículas venenosas volvieron, esta vez, a ras de piso, con una perniciosa bruma, que envolvió de nuevo la ciudad, cortando la visibilidad a menos de 100 metros en algunos sectores y encendiendo las alarmas de los médicos.
Conforme a los medidores internacionales de la calidad del aire (AQair), la contaminación de ayer alcanzó los 450 puntos, muy por encima de las ciudades industrializadas más contaminadas del planeta donde la polución suele llegar a los 200.