Centroamérica, el puente de miles de cubanos que migran a EEUU

MIGRANTES

La cubana Diana Guzmán llegó con su familia hasta Honduras tras un arriesgado trayecto por tierra desde América del Sur y parte de centroamérica, como muchos de sus compatriotas. Le robaron todo en la selva y pide ayuda para seguir su migración hacia Estados Unidos.

 

 

Este grupo es un ejemplo más de un cambio de tendencia en la migración que usa Centroamérica para tratar de llegar a Estados Unidos. Trabajadora de un asilo, Diana y su familia vendieron las dos casas que tenían en Cuba y compraron pasajes hacia Guyana, a 1.500 dólares el boleto.

 

 

Iniciaron su viaje hace tres meses y continuaron por tierra hacia Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, hasta internarse en la selva del Darién, célebre por el peligro que representa para quien trata de cruzarla.

 

 

“La travesía ha sido bastante dura porque cuando entramos a la selva no pensamos que íbamos a pasar el trabajo que pasamos. La selva entre Panamá y Colombia, allí nos robaron”, cuenta Diana.

 

Cuenta que los abandonaron desnudos y amarrados en la selva. “Nos quitaron todo, la comida que trajimos la pisoteaban. Los teléfonos nos los quitaron. Estaban vestidos de negro, con escopetas, y al que se opusiera o dijera algo le daban con la escopeta y los dejaban tiraditos allí”, explica.

 

 

Horas después, otros migrantes los hallaron, los desamarraron y les dieron ropa y alimentos. Una comunidad indígena de Panamá los apoyó.

“Allí en la selva vas caminando y las personas se caen delante de ti, y cuando vienes a ver ya están muertos. La selva es muy dura y no quisiera pasar más nunca por eso”, detalla Diana.

 

 

Según las autoridades panameñas, los haitianos lideraron el paso por esta selva en 2021. En lo que va de este año encabezan la lista venezolanos y cubanos.

Desde que Nicaragua no pide visa a los cubanos, muchos prefieren volar hasta Managua para continuar rumbo norte. La alta demanda desde La Habana ha colocado los pasajes en torno a los 6.000 dólares, según los propios usuarios.

 

 

Migrantes en Managua que prefieren el anonimato cuentan que salen de la isla con el “tour” pactado: hospedaje en Nicaragua que va de 15 a 30 dólares la noche y traslado a cargo de “facilitadores”. Los viajes son financiados por sus familiares en Estados Unidos.

 

 

Pero otros como Diana no tienen la misma suerte y viajan hasta Sudamérica para luego subir.Tras cruzar Nicaragua, llegan en autobús al pueblo de el El Porvenir, en la frontera con Honduras.

Caminan por la orilla de un cultivo de maíz, cruzan un bosque de eucaliptos y aparecen en Honduras.Allí los esperan unos mototaxis que los transportan hasta Trojes, una ciudad de unos 54.000 habitantes de calles de cemento entre montañas verdes.

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