Los Ejércitos de Washington y Seúl efectuaron este 25 de mayo la primera de cinco rondas de simulacros que se extenderán hasta mediados de junio, cerca de la frontera con Corea del Norte. Los aliados iniciaron lo que consideran los mayores ejercicios con fuego real, pese a las advertencias de Pyongyang contra lo que llamó un «ensayo de invasión» a sus puertas. La acción conjunta se fortalece tras meses de sucesivas pruebas nucleares de Corea del Norte.

Lanzamiento de fuego desde aviones de combate y helicópteros, sobrevuelo de drones, disparos desde tanques y lanzacohetes múltiples fueron observados este jueves cerca de la frontera con Corea del Norte. La demostración hace parte de los simulacros de ataques aéreos y de artillería de las fuerzas militares de Washington y Seúl, mientras se preparan ante las amenazas de Pyongyang.

Denominados “simulacros de potencia de fuego de aniquilación combinada”, los más masivos de su tipo, cuentan con un total de cinco rondas que se extenderán hasta mediados de junio.

Durante los ejercicios, los obuses golpearon la ladera de una montaña en Pocheon, cerca de la frontera fortificada con el territorio norcoreano, mientras los tanques maniobraban y disparaban sus armas contra diversos objetivos, enviando humo, polvo y ondas de choque a lo largo del valle.

«El ejercicio demostró la capacidad y preparación de nuestro Ejército para responder con fuerza a las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte y a un ataque a gran escala», aseguró el Ministerio de Defensa surcoreano en un comunicado.