Los estudiantes hondureños celebraron el 203 aniversario de independencia patria con coloridos desfiles en todo el país en el que demostraron sus habilidades artísticas, exaltaron los valores cívicos y abogaron por una convivencia ciudadana en paz.
Los festejos fueron inaugurados por la Presidenta Xiomara Castro antes de las 6:00 de la mañana con el grito “Viva la independencia” en el parque Central de Tegucigalpa, acompañada de miembros de su gabinete, autoridades edilicias y los presidentes de los otros Poderes del Estado.
En el mismo acto, la mandataria colocó un arreglo floral a la estatua ecuestre del General Francisco Morazán en esa misma plaza con motivo del 182 aniversario de su fusilamiento, el 15 de septiembre de 1842 en San José, Costa Rica.
Simultáneamente, las Fuerzas Armadas detonaron los tradicionales siete cañonazos en honor a la patria en el cerro Juan Laínez, a unas cuantas cuadras del parque Central.
Concluido con este protocolo, en el que el alcalde capitalino, Jorge Aldana, leyó el acta de independencia de Centroamérica de la corona española en 1821, la mandataria y sus invitados se trasladaron al estadio Nacional a esperar el desfile estudiantil que para ese entonces comenzaban a lo largo del bulevar Suyapa.
Lo mismo ocurría en las principales ciudades del país, según los reportes de los medios de comunicación y las redes sociales destacando el encanto de las palillonas, las jacarandosas bandas de guerra y las pintorescas carrozas con mensajes alusivos a los valores cívicos, culturales y protección del medio ambiente.
ESTADIO POLITIZADO
En la capital, 76 colegios desfilaron por el recinto deportivo completamente politizado por el partido de gobierno, LIBRE, con mensajes de apoyo para la Presidenta y copado por los denominados “colectivos”, compuestos por activistas y empleados públicos.
Desplegada en uno de los sectores populares del estadio, una gigantesca pancarta roja con la leyenda en letras negras “Xiomara no está sola, golpes nunca más”, rivalizaba con otra extendida en otro sector por los estudiantes del Instituto Central Vicente Cáceres, dándole la bienvenida a sus compañeros del colegio más esperado del desfile.
La misma mandataria hizo eco de este mensaje en su discurso, al mediodía, al insistir que en estos momentos enfrenta una campaña de las “fuerzas oscuras” del país que la quieren derrocar al tiempo que destacó los logros de su gestión.
En lo que se tenga memoria de estas festividades, ninguna vez como esta estuvo presente el sesgo político del gobierno de turno. De todos modos, la gente ajena a la política presente en la gradería se distrajo con los saltos de paracaidistas y otras presentaciones artísticas en la cancha a cargo de los organizadores.
FERVOR DESBORDADO
Afuera, en la ruta del desfile, el ambiente era completamente diferente, carnavalesco, con el fervor estudiantil desbordado y miles de capitalinos aupando a sus colegios favoritos. Una impenetrable valla humana por ambos lados las calles escoltaban a los marchantes desde el punto del inicio del desfile, en las inmediaciones de Emisoras Unidas, hasta la entrada al estadio Nacional.
La gente soltaba sonoros aplausos por cada coquetería de las hermosas palillonas, las pegajosas canciones de las bandas y los pasos sincronizados de los cadetes. Canciones costumbristas como “Candú” y modernas como “La sopa de caracol” y otras tantas se repitieron en las bandas de colegios como España-Jesús Milla Selva, Jesús Aguilar Paz, Suyapa, Blanca Adriana Ponce, Abelardo R. Fortín, Normal Mixta, Instituto de Administración de Empresas (INTAE), entre los más populares de la capital.
Más de tres meses de preparación estudiantil dieron su fruto en el esperado día con otras exaltaciones artísticas como la “India Bonita”, los cuadros de danza, el grupo de excelencia académica y las carrozas multicolores con mensajes ambientales.
Sin importarles el inclemente sol, espectadores y protagonistas, entre los que estaban también los maestros guías de cada colegio, soportaron toda la jornada que se extendió hasta las 5:00 de la tarde con el desfile del último colegio por el recinto deportivo.