Estados Unidos llevó a cabo dos ataques aéreos en Siria contra Irán y sus grupos alineados el domingo, dijo el Pentágono, en la última respuesta a una serie de ataques contra fuerzas estadounidenses en Siria e Irak.
En un comunicado, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que los ataques tuvieron como objetivo un centro de entrenamiento cerca de la ciudad de Albu Kamal y una casa segura cerca de la ciudad de Mayadeen. Dijo que el presidente Joe Biden ordenó los ataques.
«El presidente no tiene mayor prioridad que la seguridad del personal estadounidense, y dirigió la acción de hoy para dejar claro que Estados Unidos se defenderá a sí mismo, a su personal y a sus intereses», dijo Austin en un comunicado.
Fuentes locales también dijeron que los ataques tuvieron como objetivo un campamento dirigido por milicias proiraníes en un área al oeste de Albu Kamal, en la provincia de Deir al Zor. El otro ataque tuvo lugar cerca de un puente cercano a la ciudad de Mayadeen, cerca de la frontera iraquí y bastión de las milicias proiraníes, dijeron las fuentes.
El ataque es el tercero desde el 26 de octubre, mientras Estados Unidos intenta sofocar una oleada tras otra de ataques con drones y cohetes contra tropas estadounidenses en Siria e Irak, desencadenados por la guerra entre Israel y Hamas.
Irán y sus partidarios dicen que Estados Unidos comparte la responsabilidad por la guerra declarada por Israel contra el grupo militante palestino Hamás, que también cuenta con el respaldo de Irán.
Las tropas estadounidenses y de la coalición han sido atacadas al menos 40 veces en Irak y Siria por fuerzas respaldadas por Irán en las últimas semanas. Al menos 45 soldados estadounidenses han sufrido lesiones cerebrales traumáticas o heridas menores.
Estados Unidos tiene 900 soldados en Siria y 2.500 más en el vecino Irak, con la misión de asesorar y ayudar a las fuerzas locales que intentan evitar un resurgimiento del Estado Islámico, que en 2014 se apoderó de grandes zonas de ambos países pero luego fue derrotado.
Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que los ataques tuvieron lugar en las últimas horas y agregó que se estaba llevando a cabo una revisión estadounidense para determinar si mataron o hirieron a alguien.
Estados Unidos tiene 900 soldados en Siria y 2.500 más en el vecino Irak, con la misión de asesorar y ayudar a las fuerzas locales que intentan evitar un resurgimiento del Estado Islámico, que en 2014 se apoderó de grandes zonas de ambos países pero luego fue derrotado.
Existe una creciente preocupación de que el conflicto entre Israel y Hamas pueda extenderse por todo el Medio Oriente y convertir en objetivos a las tropas estadounidenses en bases aisladas.
Estados Unidos ha enviado buques de guerra y aviones de combate a la región desde que estalló el conflicto entre Israel y Hamas el 7 de octubre, incluidos dos portaaviones, para tratar de disuadir a Irán y a los grupos respaldados por Irán. El número de tropas agregadas a la región es de miles.