Decenas de personas acudieron al barrio Las Malvinas, en el sur de Guayaquil, con velas, flores y carteles, para apoyar a los familiares de los hermanos Ismael y Josué Arroyo (de 15 y 14 años) y sus amigos Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11), los cuatro menores.
El pasado 8 de diciembre, tras concluir una práctica de fútbol, los cuatro niños fueron aprehendidos por soldados en los exteriores de un centro comercial del sur de la ciudad y se los llevaron a Taura, una zona rural a unos 30 kilómetros de Guayaquil, donde se ubica una base de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
En sus versiones, los militares aseguraron que dejaron libres a los menores en un camino, pero desde esa noche no se supo más de ellos, hasta que el pasado 31 de diciembre la Fiscalía confirmó que unas osamentas calcinadas halladas en una zona de difícil acceso en la zona de Taura correspondían a los cuatro menores desaparecidos.