En el día del inicio del periodo cuaresmal, durante la Audiencia General, el Papa no olvidó la guerra en Ucrania, que dentro de dos días cumplirá un año desde su estallido y reiteró la necesidad de encontrar una solución pacífica al conflicto.
“Un triste aniversario», subrayó Francisco, como atestigua el balance de muertos, heridos, refugiados, destrucción, daños económicos y sociales:
“¿Querrá el Señor perdonar tantos crímenes y tanta violencia? Él es el Dios de la paz, permanezcamos cerca del martirizado pueblo ucraniano que sigue sufriendo y preguntémonos: ¿se ha hecho todo lo posible para detener la guerra?”.
El llamamiento se dirigió a «quienes tienen autoridad sobre las naciones, para que se comprometan concretamente a poner fin al conflicto, alcanzar un alto el fuego e iniciar negociaciones de paz». Aquella ‘construida sobre escombros’, precisó, ‘nunca será una verdadera victoria’.
A un año del «triste aniversario» del inicio de la invasión rusa, el Papa pide a las autoridades un compromiso concreto para poner fin al conflicto y cercanía al martirizado pueblo ucraniano.