Escándalo en el Brasil-Argentina, suspendido por violación del protocolo sanitario

Leo Messi y Neymar conversan con funcionarios de la agencia de salud brasileña. / AFP

El partido entre Brasil y Argentina que se disputaba este domingo en Sao Paulo fue suspendido de forma definitiva cuando solo se habían jugado cinco minutos, tras la intervención de la agencia nacional de vigilancia sanitaria brasileña (Anvisa), que acusó a cuatro futbolistas argentinos de haber violado el protocolo anticovid. Los jugadores albiazules, con Leo Messi a la cabeza, abandonaron el terreno de juego en pleno clásico para que se pudiera cumplir la orden de deportar a cuatro deportistas argentinos que militan en clubes de la Premier League inglesa y que habían entrado en el país con presuntos formularios falsos .

 

 

«Llegamos a este punto porque todo aquello que Anvisa orientó, desde el primer momento, no fue cumplido. Ellos fueron orientados a permanecer aislados mientras esperaban la deportación, pero no cumplieron. Se movilizan hasta el estadio y entran al campo, en una serie de incumplimientos», explicó el director-presidente de la agencia de vigilancia sanitaria, Antonio Barra Torres.

 

 

Barra Torres se refería al portero Emiliano Martínez y el delantero Emiliano Buendía, del Aston Villa, y al defensa Cristian Romero y el centrocampista Giovani Lo Celso, del Tottenham, que están acusados de dar «información falsa» para entrar en Brasil y así poder disputar el partido del clasificación para el Mundial de Catar 2022.

 

 

Los cuatro jugadores mintieron en el formulario de entrada a Brasil, al no informar que estuvieron en el Reino Unido en algún momento de los catorce días previos de su llegada al país, según la Anvisa. Una orden ministerial de 23 de junio prohíbe la entrada en territorio brasileño de cualquier persona extranjera procedente del Reino Unido, India o Sudáfrica, para evitar la propagación de variantes del coronavirus.

 

 

«Esos cuatro jugadores tienen que ser deportados de Brasil. Serán multados y sancionados por una serie de infracciones sanitarias. La primera infracción fue no cumplir el aislamiento, la anterior por no haber respondido de manera fidedigna el cuestionario de viajero, y ahora por jugar. Con más de 500.000 muertos en Brasil, en medio de la pandemia, las órdenes se están incumpliendo no sé a mando de quién», añadió Barra Torres.

 

 

Martínez, Romero y Lo Celso estaban en el campo, mientras que Buendía no estaba convocado para formar parte del equipo albiceleste para el choque contra la ‘Canarinha’. El partido fue interrumpido en el minuto 5 por una acción de juego, pero un par de minutos después entraron al campo un grupo de funcionarios de la Anvisa con órdenes contra los cuatro jugadores argentinos.

 

 

En medio de encontronazos con algunos de esos funcionarios, los jugadores de la albiceleste se retiraron a los vestuarios, mientras que los once jugadores de Brasil aguardaban en el campo del estadio Neo Química Arena, ex Arena Corinthians, en Sao Paulo.

 

 

Brasil organizó la última Copa América después de que Argentina y Colombia se negaran a ejercer de anfitriones por los efectos de la pandemia. Entonces, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, le tendió una mano a la Conmebol. El Tribunal Supremo autorizó a la celebración después del pedido de la suspensión del torneo por parte de un diputado federal, Julio César Delgado, del Partido Socialista Brasileño, y de otro de la Confederación Nacional de Metalúrgicos. También hubo una tercera solicitud del Partido de los Trabajadores.

 

 

«El árbitro y el comisario del partido elevarán un informe a la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la cual determinará los pasos a seguir. Estos procedimientos se ciñen estrictamente a las reglamentaciones vigentes. Las eliminatorias para la Copa del Mundo es una competición de la FIFA. Todas las decisiones que atañen a su organización y desarrollo son potestad exclusiva de esa institución», concluyó en un comunicado la Conmebol. El gran clásico sudamericano acabó en un esperpento mundial.

 

– Fuente: AFP / El Comercio 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.