La esposa, hijos menores del expresidente Pedro Castillo y el embajador de México en Perú llegaron el miércoles a suelo mexicano, en medio de crecientes tensiones diplomáticas entre ambos gobiernos.
El martes, Perú ordenó la expulsión de Monroy Conesa, en respuesta a la decisión de México de conceder asilo a la familia de Castillo.
México también ha concedido asilo a Castillo, que permanece detenido en Perú y es investigado por los delitos de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.
El pasado 7 de diciembre fueron separados del exmandatario al intentar llegar todos juntos a la embajada de México en Lima para aislarse.
Tanto Lilia Paredes como sus hijos vivirán en territorio mexicano bajo la protección del gobierno de ese país.
En conferencia de prensa, señaló que se trató de una decisión “independiente” y “soberana” del Gobierno mexicano.
En tanto, el secretario de Relaciones Exteriores no precisó si Yenifer Paredes, cuñada de Castillo, que fue criada como su hija, también se encontraba en la sede diplomática.
Yenifer Paredes, investigada por la Fiscalía peruana por lavado de activos y asociación ilícita, no fue mencionada ayer en los tuits de los funcionarios mexicanos ni aparece en la foto.
La decisión de las autoridades mexicanas desató una crisis diplomática bilateral que llevó a que Monroy fuera declarado “persona non grata” y se le diera 72 horas para abandonar el país.