La Policía Nacional se encuentra de nuevo en el “ojo del huracán” luego de la muerte de un adolescente, según familiares, a manos de un agente que estaba asignado a un retén en San Marcos de Ocotepeque, Ocotepeque.
La víctima, Ángel Ariel López Mejía (15), viajaba con otra persona a bordo de una motocicleta en la salida hacia el sector Sabana Larga en esa zona occidente de Honduras.
Autoridades policiales y fiscales del Ministerio Publico (MP), investigan la denuncia sobre que el joven recibió un disparo del agente de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT). Aparentemente, los ocupantes de la motocicleta no hicieron caso a una señal de parada.
En respuesta a la denuncia, el jefe departamental de Ocotepeque, Miguel Ángel Villatoro, relató que en efecto había un retén en esa zona de Ocotepeque, pero el agente hizo el disparo de advertencia contra el piso, nunca contra el cuerpo del jovencito. El argumento policial es que los jóvenes perdieron el control de la motocicleta, cayendo sobre el suelo, debido al susto.
El subcomisionado comentó que la persona que acompañaba al menor se levantó, subió a la moto y se fue, dejando abandonado a su compañero.
Los agentes que estaban realizando el operativo trasladaron al herido hacia un centro asistencial de Ocotepeque, pero tenía heridas graves y lo remitieron al Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula.
No obstante, el menor pereció por la gravedad de las heridas.
El jefe departamental de la Policía de Ocotepeque confirmó que los agentes, incluyendo el que disparó, se puso a disposición del Ministerio Público para las investigaciones.
Confirmó que la causa de muerte del joven es herida grave producto de un disparo, y que espera que se determine si la bala procedía del funcionario policial.
