El séptimo día del juicio contra el expresidente, Juan Orlando Hernández, transcurrió con las confesiones del sanguinario capo, Devis Lionel Rivera Maradiada, miembro del cartel que integró con sus hermanos, conocido como “Los Cachiros”.
En el interrogatorio, que había comenzado el martes a cargo de la Fiscalía, Rivera Maradiaga siguió relatando, esta vez interrogado por la defensa del exgobernante, su rosario de crímenes-78 en total-, sus nexos con figuras políticas y, por supuesto, su relación con el expresidente.
Ha sido una jornada con pocas novedades, pero con el mismo formalismo de las anteriores, comenzando con el juez Kevin Castel, pidiéndole a la audiencia de la sala que se ponga de pie y solo interviniendo para aceptar o denegar objeciones, unas cuantas preguntas de contexto a los testigos, y mandar puntualmente al almuerzo o cerrar la sesión religiosamente a las 4:00 de la tarde, hora de Nueva York.
“El Cachiro” es el séptimo testigo de los diez más que le falta presentar a la Fiscalía. En esta ocasión (como en las anteriores) mencionó su relación con el exdiputado nacionalista, Reynaldo Ekónomo, a quien dijo que sobornó para que le dijera al expresidente que su cartel no estaba involucrado en el complot para matarlo, orquestado por los Valle Valle, el otro cartel que operaba en Copán.
Igualmente, aceptó que asesinó al periodista Aníbal Barrow, porque hablaba mal de su grupo delictivo y aseguró que el dinero del narcotráfico lo depositaban en el clausurado