Policía Federal brasileña informó este miércoles de que abrirá una investigación para establecer si la grave emergencia sanitaria en el pueblo indígena Yanomami responde a una «omisión», que pudiera constituir el delito de «genocidio».
La investigación responderá a una denuncia presentada por el Ministerio de Justicia, después de que fuera detectada una gravísima situación de salud en las aldeas yanomamis situadas en los estados de Amazonas y Roraima, fronterizos con Venezuela.
La denuncia pide esclarecer la supuesta responsabilidad de funcionarios del Gobierno del ahora expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, quien fue sustituido el pasado 1 de enero por el progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
El territorio Yanomami, la mayor reserva de Brasil, con cerca de 10 millones de hectáreas, está habitado por unos 27.000 indígenas que, según el nuevo Gobierno, han padecido en los últimos años una «falta de asistencia» y «abandono» en cuestiones de salud y además han sido hostigados por mineros ilegales que operan en la Amazonía.
La denuncia cita «reiterados pedidos de ayuda» presentados desde 2019 al Gobierno por los indígenas, que habrían sido «ignorados» por las anteriores autoridades.
El propio Lula visitó la tierra yanomani el pasado sábado, tras lo cual fue declarada una situación de «emergencia sanitaria» de «importancia nacional» en esa región, a la que han sido enviados refuerzos del Ministerio de Salud y otros organismos estatales.
En un primer balance sobre esa operación, el Gobierno informó este martes de que más de un millar de indígenas, muchos con cuadros graves de desnutrición, ya han recibido «atención de emergencia».
Según el Ministerio de los Pueblos Indígenas, creado por Lula, al menos 570 niños yanomamis fallecieron «por contaminación de mercurio, desnutrición y hambre» durante los últimos cuatro años.