La conexión a internet móvil en Cuba sigue cortada tres días después de las protestas, aunque una minoría ha recuperado el servicio de datos y algunos jóvenes están logrando acceder a la red con la ayuda de plataformas VPN e ingeniosos trucos.
En el momento de la redacción de este artículo la mayoría de los cubanos seguía sin acceso a internet en sus móviles, lo que en la práctica supone un apagón casi total, ya que en la isla son una pequeña minoría los hogares que se pueden permitir una conexión wi-fi.
Ciudadanos -sobre todo jóvenes- de todo el país recurren a servicios de VPN -como Psiphon o Thunder- y trucos para burlar la censura y acceder a las redes de datos móviles 3G y 4G, controladas por el monopolio estatal de telecomunicaciones Etecsa.
«Hay que activar los datos y luego la VPN, y ponerla en la región de EEUU. Después poner el teléfono en modo avión por 5 segundos y al quitarlo se conecta», explicó a Efe en La Habana una mujer de 26 años que logró acceder a internet este miércoles tras permanecer desconectada por dos días y medio.
También se han reportado casos excepcionales de cubanos que han recuperado de forma intermitente la conexión sin ayuda de plataformas VPN, aunque no podían acceder a algunas aplicaciones, como WhatsApp.
Las redes wi-fi privadas y en espacios públicos no dejaron de funcionar en Cuba, aunque con restricciones intermitentes de WhatsApp.
El servicio de internet móvil quedó deshabilitado el domingo al extenderse las protestas de cubanos por todo el país, alentados por un vídeo en el que vecinos de San Antonio de los Baños (a 30 kilómetros al este de La Habana) se lanzaban a las calles para protestar por la falta de alimentos y medicinas y los cortes de luz, en medio de una grave crisis económica y sanitaria.
Expertos creen que el Gobierno ha cortado internet para evitar que esto se repita, aunque también consideran que la medida podría ser contraproducente al aumentar el descontento de la población con las autoridades.
De hecho, el corte de datos ha interrumpido la rutina de parte de los trabajadores del país, ya que el trabajo a distancia se ha generalizado durante la pandemia en algunos sectores, como el de la educación, donde se eliminaron las clases presenciales.
Además, muchos lamentan llevar días sin comunicarse con sus familiares en el extranjero, ya que internet es el modo más habitual en el que los cubanos de dentro de la isla mantienen el contacto con la diáspora.
Etecsa no ha dado ninguna explicación del apagón y tampoco lo había hecho el Gobierno hasta que el martes el canciller, Bruno Rodríguez, lo asimiló a «las interrupciones de la electricidad» y las dificultades en la alimentación o el transporte.
«Es verdad que faltan datos, pero faltan medicamentos también», expuso el ministro de Exteriores, sin reconocer explícitamente la responsabilidad del Gobierno.
Las manifestaciones ciudadanas iniciadas el domingo en toda Cuba han sido las más importantes en 60 años, con el único precedente del «maleconazo» de agosto de 1994, limitado a La Habana.
(EFE)