Un bebé de apenas 9 meses de vida, procedente de Olancho, murió en las últimas horas en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica (UCIP) del Hospital Materno Infantil, tras complicarse porque sus padres lo automedicaron.
En un comunicado del centro asistencial, se informó que días atrás el menor no comía y estaba decaído y que su madre, en lugar de llevarlo a un hospital, “decidió darle una infusión peligrosa (hierbas medicinales): receta que solo empeoró su salud”.
«El pacientito estuvo con nosotros una semana, en condiciones muy graves, requiriendo el apoyo de ventilación mecánica, antibióticoterapia de segunda y tercera línea para sostener su vida, sin embargo, por los efectos secundarios de los tés y la leche de magnesia brindados desencadenó en una falla múltiple de órganos y murió», explicó Miguel Chacón, médico asignado a UCIP del Materno Infantil.
“Si tu hijo sufre de diarrea o estreñimiento, vómito, fiebre, falta de apetito y otros malestares, acude de inmediato al médico. Dile no a la «sobada» y «purgada» tradicional que practica la abuelita, vecina o el curandero. Lejos de aliviar a tu hijo lo pone en peligro”, agregó el galeno.
Cada trimestre en la UCIP se brinda asistencia médica especializada de 2 a 3 menores que llegan en estado crítico e inestable después de una purga, porque sus padres creen que está “empachado”.
Un número mayor se recupera ambulatoriamente solo con hidratación y antibióticos, pero otros niños no corren la misma suerte y mueren.