Las autoridades mexicanas tratan de identificar dos cadáveres hallados en el río Bravo esta semana, en la frontera con Estados Unidos, incluyendo uno que fue detectado en la barrera de boyas flotantes que el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó instalar recientemente cerca de Eagle Pass.
Tanto México como Estados Unidos informaron de las dos muertes como episodios separados y ahora es la fiscalía del estado de Coahuila la encargada de los procesos de identificación de los cadáveres, presuntamente migrantes que perdieron la vida al intentar cruzar irregularmente el río que hace frontera entre ambos países.
La causa de las muertes tampoco no ha sido determinada oficialmente todavía.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo en un comunicado el jueves que había recibido un informe el miércoles de “una posible víctima ahogada flotando río arriba” de la barrera de boyas y que notificó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y al consulado de México.
La agencia indicó que, más tarde pero el mismo miércoles, se encontró un segundo cuerpo en la barrera flotante.
“La información preliminar sugiere que este individuo se ahogó río arriba de la barrera marina y flotó hacia las boyas”, dijo Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública. “Hay personal apostado en la barrera marina en todo momento en caso de que algún migrante intente cruzar”.
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, uno de los cadáveres estaba a unos 5 kilómetros río arriba de las boyas instaladas por el gobierno de Texas para impedir el cruce irregular de inmigrantes.