Miles de rusos intentan abandonar su país por miedo a que los envíen al frente. Según el Ministerio de Defensa, solo se trataría de 300.000 hombres, de no más de 55 años y que hayan prestado ya servicio.
Sin embargo, los medios rusos informan de hombres mayores, sin experiencia en el Ejército y que también han recibido la convocatoria para formar parte de la «movilización parcial”.
«En verdad, no tengo miedo. Si quieren, conseguirán tomarlos a todos de igual manera», dijo con resignación Mikhail Bayankin, un trabajador de almacén de 28 años de la ciudad de Cherepovets. Sin embargo, él nunca empuñará un arma, porque no tiene claro los objetivos de la llamada «operación especial” militar: «Hablan de algún tipo de obligación. ¿Qué obligación? Si nuestro país hubiera sido atacado, entonces sí, pero aquí estamos nosotros mismos atacando a un país vecino”.
A partir de este miércoles, a todos los hombres en edad de movilización se les prohibirá salir de Rusia.
Tras ser anunciada la leva de reservistas, han salido 260.000 rusos y 2.300 han sido detenidos por protestar.
Los intentos de reclutar el máximo número posible de gente para enviar a la guerra en Ucrania, la falta de convencimiento de la población sobre la necesidad de tal medida y los continuos incidentes, el tiroteo en un comisariado militar, está empezando a crear un estado de opinión en Rusia muy desfavorable a la campaña desatada por el presidente Vladímir Putin contra el país vecino.
Sin embargo, la ruta para escapar a los países Bálticos está cerrada. El ministro de Relaciones Exteriores de Letonia, Edgars Rinkēvičs, negó la entrada a los rusos, porque sería una amenaza para la seguridad nacional.
Su homóloga de Estonia, Kaja Kallas, tampoco quiere abrir sus puertas a los hombres rusos. En varias ocasiones pidió a la oposición rusa que garantice un cambio de régimen en su propio país.
Lituania tampoco quiere oír nada sobre asilo para los rusos que no quieren ir al frente, como tampoco el gobierno de la República Checa.
El gobierno finlandés está planteándose detener por completo el tránsito de ciudadanos rusos.