El coronel Ramiro Muñoz, jefe de la Policía Militar del Orden Público e interventor de los centros penales, aseguró que el violento episodio registrado en la cárcel de Támara la noche del miércoles no fue una simple pelea entre reclusos, sino un plan de fuga encabezado por narcotraficantes internos en dicho centro.
Muñoz explicó que estos presos han enviado más de mil peticiones exigiendo privilegios o su traslado a otros penales.
La negativa a conceder estas solicitudes habría sido el detonante del intento de fuga. “Los centinelas alertaron al resto del personal al ver a varios privados de libertad saltando por los techos para huir. La reacción de la Policía Militar y los agentes penitenciarios fue oportuna, logrando controlar la situación”, explicó.
El coronel también subrayó la labor de las fuerzas de seguridad: “La Policía Militar va a entrar donde sea necesario”, ya que su intervención en el operativo fue clave para contener el motín. Durante el enfrentamiento, resultaron heridas seis personas y dos fallecieron debido a disparos.
Muñoz detalló que, aunque se cumplieron los protocolos de alerta, algunos internos no atendieron las advertencias, lo que llevó a la necesidad de disparos de advertencia. “Se realizaron disparos al aire. Cuando no quedó más opción, uno de los centinelas tuvo que disparar”, precisó el funcionario.
El interventor hizo énfasis en que las maras y pandillas están segregadas en otros módulos, dejando claro que los responsables del incidente en el módulo Procesados 2 son narcotraficantes que intentan mantener los privilegios a los que estaban acostumbrados. “Durante años han querido vivir a sus anchas en los centros penales, pero esas medidas ya no se les permiten”, afirmó Muñoz.
El intento de fuga dejó como saldo dos reclusos muertos y seis heridos. Inicialmente, se había reportado que solo tres personas habían resultado heridas, pero el número de afectados aumentó conforme se conocieron más detalles del incidente.
El motín, que ocurrió la noche del miércoles, se registró en el módulo Procesados 2, donde un grupo de 72 internos intentó escapar de la prisión de Támara, ubicada en el departamento de Francisco Morazán, en la zona central de Honduras.
El portavoz de las Fuerzas Armadas y Centros Penales, capitán José Coello, corroboró los hechos y aseguró que, aunque la situación fue crítica, la rápida acción de las fuerzas de seguridad permitió evitar una fuga masiva.
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