Un grupo de feligreses del municipio de Ciudad Darío, en el norte de Nicaragua, participó en una misa este martes en la calle, frente a la parroquia Santa Lucía.
La misa se celebró debido a que la Policía Nacional tiene retenido en el templo a sus sacerdotes, en medio de tensiones entre la Iglesia católica y el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
El presbítero Sebastián López salió al atrio de la parroquia Santa Lucía, y desde ahí ofició la misa a los fieles, quienes se encontraban en la calle, separados por el portón de la sede eclesiástica.
Los católicos recibieron la Hostia estirando sus dedos a través de la malla que rodea el
templo, bajo la vigilancia policial.
En la homilía el párroco recordó a los creyentes que para entrar al reino de los cielos es necesario buscar “la cercanía, la fuerza y fortaleza del Señor”.
Asimismo, animó a aumentar la búsqueda de Dios en tiempos difíciles: “Que él sea nuestra fortaleza, nuestra esperanza, nuestro refugio, seamos confortados con su misericordia. Vamos ahora a pedir al señor qué en tiempos difíciles no de la gracia de la fortaleza y la esperanza, roguemos al señor”, aseveró.
Al finalizar la misa, los católicos permanecieron frente al templo, gritando consignas de apoyo a unas siete personas que se mantienen retenidas, incluyendo al sacerdote Vicente Martínez. “¡No está solo, el pueblo está aquí con usted! ¡Todo nos quitarán, menos nuestra fe!”, gritaron.