En un acto de protesta, pacientes renales bloquearon la Carretera CA-5 a la altura del Durazno, en ambos carriles exigiendo a la ministra de Salud que agilice los documentos necesarios para continuar con sus tratamientos de hemodiálisis.
Los manifestantes, incluyendo adultos mayores en silla de ruedas, reclaman el derecho a elegir dónde recibir su tratamiento y exigen que se les acredite para seguir con la diálisis en el centro de su preferencia, rechazando la opción de otras empresas.
La situación ha alcanzado un punto crítico, ya que alrededor de 4 mil pacientes con insuficiencia renal crónica se ven afectados por la disputa entre dos empresas proveedoras de servicios médicos: Diálisis de Honduras S.A y Nefrocentro.
Ambas empresas ofrecen tratamientos de hemodiálisis y diálisis peritoneal, pero los pacientes insisten en recibir un trato cálido y humano, especialmente aquellos que son adultos mayores y se encuentran en condiciones de movilidad reducida.
La incertidumbre se ha exacerbado desde que dos empresas, en lugar de una sola, comenzaron a brindar servicios médicos a la población afectada. Porque muchos no aceptan el tratamiento del segundo proveedor de servicios.
Ante este panorama, los pacientes renales han optado por tomar medidas drásticas para llamar la atención de las autoridades de salud y exigir una pronta solución a este conflicto que pone en riesgo su acceso a la atención médica vital.
La situación en la Carretera CA-5 permanece tensa mientras los pacientes mantienen la toma, el tráfico se vuelve insoportable en la zona ya que ambos carriles están tomados y las filas de vehículos se vuelven interminables.
-Con redacción de Proceso Digital