La precandidata presidencial del partido LIBRE y ministra de Defensa, Rixi Moncada, reveló que la suspensión del tratado de extradición con Estados Unidos, se hizo «para proteger al Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Roosevelt Hernández, porque fuerzas injerencistas pretendían removerlo del cargo.
La funcionaria, en declaraciones a la prensa, sostuvo que la disposición de declarar el tratado de extradición se hizo cumpliendo «un ejercicio de soberanía frente a un ataque injerencista que pretendían removerlo de su su sitio al general Roosevelt Hernández».
La precandidata presidencial de LIBRE, sostuvo que la suspensión en su momento representó «un acto soberano del gobierno de la Republica, que administra la presidenta Xiomara de Zelaya.
Según la precandidata presidencial, la eliminación de la extradición «es un ejercicio de soberanía frente de un ataque injerencista que pretendía remover de su sitio al general Roosevelt Hernández, a eso se debe, eso fue lo que represento en su momento y represento un acto soberano del gobierno de la República», enfatizó para agregar que con eso no se ha dejado de combatir el narcotráfico en el país, refiriéndose a las ultimas incautaciones de drogas en el país por parte de la Policía Nacional.
Asimismo, aseguró que en el presente gobierno es donde se han incautado las más grandes cargamentos de droga.
Con estas declaraciones, se advierte o se pretende justificar que la suspensión del tratado de extradición, que no fue por la confesión del hermano del expresidente Manuel Zelaya, Carlos Zelaya, también cuñado de la presidente Xiomara de Zelaya, quién confesó que él se había reunido con narcotraficantes y reveló la existencia de un video de ese encuentro donde vinculaba a su hermano «al pedir que la mitad de la aportación de los narcos era para el comandante».
Empero, se sabe que el general Roosevelt Hernández, junto con el ahora ex ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, hijo del diputado Carlos Zelaya y sobrino del expresidente Manuel Zelaya, viajaron a Venezuela en el mes de agosto y se reunieron con el jefe y ministro de las Fuerzas Armadas de ese país Vladimir Padrino, un narcotraficante según Estados Unidos.
Dicha visita provocó reacciones de varios sectores del país, como también de la embajadora de los EEUU, Laura Dogu, que criticó ese encuentro de estos altos funcionarios de Honduras con personajes ligados al narcotráfico y ocho días después la presidenta Xiomara de Zelaya, declara o pide la suspensión del tratado de extradición.