El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blazczak, informó en una entrevista con la radio local que Varsovia movilizará activos militares al oriente de su territorio para reforzar la patrulla fronteriza ante el aumento del flujo migratorio irregular proveniente del territorio bielorruso, aunado a la presencia de miembros del grupo paramilitar ruso en Minsk.
Las alarmas de Polonia se encendieron luego de que los mercenarios se dirigieran a Belarús tras la fallida rebelión en contra del presidente ruso, Vladímir Putin.
«Acercamos el Ejército a la frontera con Belarús para ahuyentar al agresor y que no se atreva a atacarnos», afirmó el ministro polaco, que a su vez detalló que, de los 10.000 activos movilizados, solo 4.000 fungirían en actividades de apoyo para el control fronterizo mientras que los soldados restantes quedarían como «reservas» en caso de ser necesitados.
Las defensas polacas se han mantenido atentas en los últimos meses después de la llegada de soldados del grupo Wagner a territorio bielorruso el pasado julio, después de una rebelión fallida en contra del gobierno ruso provocada por roces entre Yevgeny Prigozhin, líder de los mercenarios y Vladímir Putin.
Además, el Gobierno polaco ha acusado en múltiples ocasiones a la Administración de Lukashenko de utilizar a los migrantes que llegan a territorio bielorruso como un «arma política» para ejercer presión en los países del bloque oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Una movida que ha sido descrita como «un acto de guerra hibrida» por los miembros de la alianza militar.