En la noche del 5 al 6 de enero, muchos niños aprovechan para dejar la carta a los Reyes Magos de Oriente con el deseo de que, cuando despierten, encuentren la casa llena de regalos.
Es una fiesta que se celebra en muchos países de habla hispana, como Venezuela, México o España, y que durante muchos años se ha mantenido hasta nuestros tiempos con gran arraigo cultural e histórico.
Según explicaba a la Voz de América el historiador Francisco José Gómez, que ha publicado varios libros relacionados con la festividad de la Navidad y los Reyes Magos, “junto a las fiestas de la Pascua, el día de Reyes es la fiesta más antigua del mundo occidental”.
Además, de poner punto final a las fiestas navideñas, también se conmemora la adoración al Niño Jesús por parte de los reyes magos, según la Biblia. Hay constancia de la presencia de la figura de los reyes magos en el siglo II después de Cristo, “en algunos escritos de los Santos Padres que ya van contando algunas anécdotas”. Prácticamente hay muy pocas referencias a épocas anteriores porque, según recuerda el historiador, “los primeros cristianos no celebraban la Navidad porque estaban convencidos de que Cristo iba a venir”.
La celebración del día de reyes empezó en Oriente y luego se expandió a Roma, a la Galia y a otras zonas de influencia cristiana hasta convertirse en unas figuras “fundamentales para el cristianismo”.
“Los reyes magos son los gentiles que reciben la revelación de Cristo y lo reconocen como Mesías, por lo que la presencia de los magos es lo que hace que llegue a otras razas”, comenta Gómez, que escribió el libro Historia de la Navidad (Editorial Nowtilus, 2019) en el que precisamente dedica un apartado a investigar en profundidad el día de Reyes.
A pesar de que hay muy pocos datos sobre ellos en los Evangelios, “los reyes magos empiezan a tomar una importancia fundamental en el momento en el que el pueblo cristiano empieza a tener una inquietud enorme por su presencia”.
“Lo que el pueblo cristiano va añadiendo a los reyes magos es fundamental para entender quienes son ellos, cuál es su importancia, qué sentido tienen los regalos, las edades, los lugares de dónde proceden, el número, cómo van apareciendo”, comenta Gómez, haciendo referencia a que en algunos momentos de la historia se llegaron a contabilizar hasta 12 reyes magos, “imitando a las 12 tribus de Israel, que es la nueva humanidad que sigue a Cristo”.
Con todo, hay que recordar que las figuras de los reyes magos se identifican con todas las etapas de la vida, con la idea de que no importa la edad que uno tenga para identificar a Jesús como el Mesías.
“Melchor es anciano, Gaspar es adulto y Baltasar es joven, lo que significa que cualquier edad es buena para reconocer a Jesús como el Mesías”, expone Gómez, recogiendo los datos que se extraen de la Biblia.