En la actualidad, sólo 13 países reconocen oficialmente a Taiwán, reclamado por China como territorio propio, la mayoría de ellos en Centroamérica, el Caribe y el Pacífico. Los cambios de gobierno causan siempre nerviosismo cuando evalúan si seguir con Taiwán o cambiar las relaciones diplomáticas con China.
Honduras puso fin en marzo a su relación de décadas con Taipéi en favor de Beijing tras la elección a finales de 2021 de Xiomara Castro como presidenta.
El canciller taiwanés, Joseph Wu, dijo a la prensa este viernes que el embajador de la isla en Guatemala, el país más poblado de Centroamérica, había hablado con altos cargos del gobierno entrante del presidente electo Bernardo Arévalo.
«Creo que nos han garantizado que les gustaría mantener las relaciones con Taiwán, así que no debería haber ningún problema», dijo Wu.
Arévalo declaró durante la campaña que, de ser elegido, intentaría estrechar las relaciones comerciales con China.
Wu afirmó que otros países que habían abandonado Taiwán en favor de China estaban decepcionados porque Beijing no había cumplido sus promesas comerciales y de inversión.
«Por lo que hemos oído de estas personas, todas estaban muy decepcionadas. Y, por tanto, el equipo entrante en Guatemala también ha oído ese tipo de historias sobre las promesas chinas», afirmó.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino desestimó las críticas, afirmando que esto no cambiaría el «impulso positivo» de los lazos de China con los países que habían puesto fin a sus relaciones con Taiwán.
Estados Unidos ha observado con preocupación cómo China arrebata a los amigos de Taiwán en Centroamérica, tradicionalmente el patio trasero de Washington.
«Creo que Estados Unidos también comprende la importancia que tiene para Taiwán poder mantener relaciones diplomáticas con esos países caribeños y latinoamericanos», dijo Wu.
La plataforma anticorrupción de Arévalo contribuyó a que obtuviera una victoria aplastante en las elecciones de agosto, pero el proceso de transición antes de que asuma el cargo el mes que viene se ha visto enturbiado por acusaciones de que un sistema judicial politizado está intentando obstaculizar el proceso.
Wu dijo que esperaba que la transición se desarrolle pacíficamente.