Millones de personas en Estados Unidos se refugiaban este lunes del frío gélido causado por una tormenta invernal que ha provocado la muerte de por lo menos 34 personas en diversas partes del país y que se prevé que cobre más vidas tras haber dejado a algunos habitantes encerrados en sus casas rodeados de nieve y cortado la electricidad a decenas de miles de viviendas y negocios.
La magnitud de la tormenta casi no tiene precedente: abarca desde los Grandes Lagos cerca de Canadá hasta la frontera con México.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha afirmado que es la tormenta “más devastadora” en la Historia de Búfalo, donde han caído cerca de 100 centímetros de nieve.
“No puedo exagerar lo peligrosas que siguen siendo las condiciones”, ha precisado Hochul, instando a los vecinos a mantenerse alejados de las carreteras en Navidad.
“Es (como) ir a una zona de guerra y los vehículos a los lados de las carreteras son impactantes”, dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, natural de Buffalo, donde las acumulaciones de nieve de 2,4 metros y los cortes de electricidad han puesto en peligro la vida.
Hochul dijo a los periodistas el domingo por la noche que los residentes seguían en medio de una “situación muy peligrosa que pone en peligro la vida” y advirtió a todos los que se encontraban en la zona que permanecieran en sus casas.