El titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), Octavio Pineda, informó que se dio inicio formal a las obras de rehabilitación de la carretera que conecta Danlí con Trojes, en el oriente del país, cumpliendo así con el ultimátum que días atrás le dio la presidenta Xiomara Castro.
El proyecto, que fue exigido durante años por la población de la zona, tendrá una inversión de 64.8 millones de dólares, financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y se ejecutará en un plazo aproximado de dos años.
«Nos encontramos dando formal inicio a la carretera de 77 kilómetros desde el casco urbano de Danlí hasta el empalme, del empalme a El Chaparral y de El Chaparral a Trojes. Hoy estamos dando las órdenes de inicio», aseveró Pineda en el lugar.
El funcionario agregó que las dos empresas encargadas del proyecto ya recibieron los anticipos correspondientes para comenzar los trabajos, los cuales comprenden la pavimentación con concreto hidráulico en tres tramos clave del corredor productivo.
El arranque de esta obra ocurre tras el fuerte llamado de atención de la presidenta Xiomara Castro, quien la semana pasada, durante un evento público en Danlí, advirtió al ministro que si el 1 de julio no se iniciaban los trabajos, debía presentar su renuncia.
«Señor Octavio, usted sabe el aprecio que yo le tengo y el cariño que le tengo, se lo voy a decir así de claro: si el primero de julio usted no me cumple, presénteme su renuncia», dijo la mandataria frente a la población, que reclamaba por el retraso del proyecto, licitado desde diciembre de 2024.
El proyecto beneficiará directamente a más de 300,000 personas en 13 comunidades rurales y urbanas del departamento de El Paraíso. La carretera es vital para el traslado de productos como café, tabaco y maíz, ya que muchos agricultores enfrentan dificultades constantes para movilizar sus cosechas por el mal estado del camino.
Durante años, los pobladores han denunciado daños en los vehículos, retrasos logísticos y el abandono de las autoridades. Hoy, tras años de espera y presión ciudadana, comienza finalmente la transformación de uno de los tramos más importantes para la economía agrícola del oriente del país.