Tres mujeres fueron asesinadas a balazos en diferentes regiones de Honduras durante el fin de semana, en un lapso de menos de 48 horas, según confirmaron autoridades policiales y forenses. Además, una cuarta mujer fue hallada muerta flotando en un río.
Tania Melissa Martínez Cálix murió en la entrada de su vivienda en la aldea El Higuerito, municipio de Cedros, Francisco Morazán, tras recibir múltiples impactos de bala. Su esposo, Ramón Josué Torres Fiallos (29), sobrevivió y fue trasladado de emergencia a un centro asistencial. La policía descartó un robo, ya que las pertenencias de la víctima permanecían en el lugar.
Darleny Waldina Mejía Rodríguez (46), quien trabajaba en el Instituto de la Propiedad (IP), fue asesinada con arma de fuego en un sector de Tegucigalpa por sujetos no identificados.
María Alejandrina Murillo fue ultimada en el caserío La Montañita, jurisdicción de El Matasano en Iguala, Lempira, una zona cafetalera considerada pacífica. Se especula que el crimen podría estar relacionado con enemistades personales por pleitos de tierras, aunque esto no ha sido confirmado por la policía.
Una cuarta mujer fue encontrada muerta en el río El Salado, cerca de la carretera de Gracias, Lempira, a Santa Rosa de Copán, sin que se haya determinado si su fallecimiento fue producto de las lluvias o de violencia.
Según el Centro de Derechos de las Mujeres (CDM), entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2025 se registraron 161 muertes violentas de mujeres, muchas de ellas impunes. En 2024, el Observatorio Nacional de la Violencia de la UNAH reportó 230 feminicidios, lo que equivale a una cada 38 horas. A pesar de la reducción en las cifras, la percepción de inseguridad sigue siendo alta, y las autoridades continúan implementando políticas públicas para mejorar la seguridad ciudadana.