Decenas de jóvenes marinos chilenos ingresaron al Canal de Panamá en formación parados sobre cabos atados a las vergas de madera que atraviesan los elevados mástiles de un histórico velero escuela naval de más de 100 metros de eslora.
Como casi todos los barcos que navegan por la vía interoceánica son mercantes, la presencia del enorme velero de la Armada de Chile rompió la rutina y captó la atención de la gente, que se aglomeró en tierra para observar su pasaje.
Tras pasar por debajo del imponente Puente de las Américas, que une ambas orillas del Canal en la zona del océano Pacífico, el buque escuela «Esmeralda» recaló el miércoles en el puerto de Balboa, donde una banda militar le dio la bienvenida.
La rutina también se alteró en este activo puerto de la ribera occidental del Canal, que mueve miles de contenedores cada día. En el muelle hubo discursos, una oración a cargo de un capellán naval y una presentación de bailes folclóricos panameños.
«Para Chile, Panamá posee una posición estratégica a nivel mundial por ser facilitador para el comercio internacional y la presencia de este buque acá viene a reforzar eso», señaló el comandante del buque, capitán de navío Juan Soto, al referirse a esta vía por la que circula.casi el 6% del comercio marítimo mundial.
Unos 40 barcos cruzan cada día el Canal de Panamá, cuyos principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón. Chile es el cuarto.
La vía acuática, de 80 kilómetros, fue inaugurada por Estados Unidos en 1914. Desde entonces, más de un millón de naves han pasado desde el océano Pacífico al Atlántico o viceversa.
Aunque es frecuente que yates crucen el Canal, es inusual el paso de un velero grande como el «Esmeralda». Evidentemente, se veía pequeño frente a los enormes barcos portacontenedores que navegaban por esta vía.