Un mercado rodea el centro de atención a migrantes en Las Tunas

LAS MANOS, FRONTERA.De frontera a frontera la misma realidad. Allá en el norte los migrantes intentan entrar, aquí intentan pasar, enfrentando condiciones de discriminación y abusos de parte de malos hondureños que los explotan inmisericordemente, dando paso al surgimiento de nuevos ricos a costa de la miseria de miles de migrantes que diariamente cruzan la frontera.

Estar en la frontera cuando se desplazan miles de migrantes, es como estar en un mercado flotante donde los vendedores se confunden, entre mujeres, hombres y niños que cargan solo una mochila ansiosos de continuar el viaje lo más rápido posible, sin embargo, es aquí, al solo pasar la linera fronteriza, donde son asediados por los mercaderes oportunistas y explotadores, sin que muestren un sola muestra de solidaridad.

La Organización del Alto Comisionado para Refugiados de las Naciones Unidad (ACNUR), en conjunto con Médicos sin Fronteras, Acción contra el Hambre, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, las escuelas del sector y la Casa de la Cultura de Danlí, muestran empatía en diferentes áreas, atención médica, juegos diversos para los niños y presentaciones artísticas.

Es una forma de eliminar la carga de estrés tras largos días de viaje. Las representaciones humanitarias, enfocan su atención en los niños y mayores, los primeros con infecciones en la piel, laceraciones en los pies, desnutrición avanzada y, los mayores con enfermedades cardiovasculares y síntomas de ansiedad, explicó el grupo de voluntarios durante el evento.

Después del paso fronterizo los migrantes, una vez revisada la documentación de ingreso por parte de las autoridades migratorias, continúan el viaje hasta el puesto de control y entrega de salvoconductos ubicado entre El Pescadero y Las Tunas, donde diariamente son atendidos entre 500 y 1,000 migrantes. En este lugar los comerciantes han instalado un mercado estacionario donde se encuentran cambistas de moneda, vendedores de chips de una empresa multinacional.

La función propia de ACNUR, es calificar, quiénes son migrantes de paso, refugiados, desplazados forzados (internos) y, “apátridas”, aquellos a los que los gobiernos les han quitado la nacionalidad y no pueden regresar a sus países de origen. En estos casos el gobierno de Honduras proporciona los mecanismos conforme a convenios internacionales para otorgar documentación necesaria y asilo.

Lo de esta frontera es una realidad de todos los días, un drama sin final cercano y allá en el norte, de acuerdo a los sendos reportajes de este rotativo, la cruda verdad del migrante, sin esperanza de nada. (LAG)

Carlos García

Editor

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