La policía surcoreana cerró este viernes su investigación sobre la avalancha humana que se cobró más de 150 vidas durante las celebraciones de Halloween en Seúl, con 23 funcionarios remitidos a la fiscalía para su posible imputación por negligencia y otros cargos.
El equipo especial de la Agencia Nacional de Policía (NPA) concluyó que el mortal incidente fue provocado por la incapacidad de las autoridades para adoptar medidas de prevención de desastres y responder con prontitud a la situación de emergencia creada.
La acumulación de cientos de personas en un estrecho callejón del barrio de Itaewon que conduce a una calle peatonal llena de bares y que está juntó a una salida de metro que ese día se saturó provocó una avalancha que dejó 159 muertos, la mayoría mujeres entre los 20 y los 30 años.
No se ha enviado a los fiscales a funcionarios ligados al Ministerio del Interior o al Gobierno Metropolitano de Seúl, puesto que las primeras pesquisas determinaron que la responsabilidad recaía en autoridades, fuerzas de seguridad y equipos de emergencia locales.