La indignación de los países árabes se ha vuelto a levantar. Una persona quemó este miércoles un ejemplar del Corán junto a una mezquita en Estocolmo.
Fue el primer acto de este tipo autorizado por la Policía sueca después de que los tribunales revocaran recientemente una prohibición anterior que apelaba a motivos de seguridad.
El acto, al que acudieron unas 200 personas y que contó con fuerte presencia policial, transcurrió sin incidentes graves, aunque una persona fue retenida por la policía por llevar una piedra en la mano.
La quema fue organizada por Salwan Momika, de 37 años y de origen iraquí, quien aseguró que su intención era criticar al Islam antes de poner tocino sobre el Corán y prenderle fuego.
En imágenes previas a la quema, se pudo ver a Momika jugando al fútbol con el ejemplar, lanzarlo al aire, patearlo y deshojarlo hasta destruirlo antes de aplicarle fuego.
La protesta es mayor ya que el acto se produjo en una jornada en la que creyentes musulmanes de todo el mundo celebran el Aíd al Adha o fiesta del sacrificio.
La quema de un ejemplar del Corán en enero pasado delante de la Embajada turca a cargo del ultraderechista danés-sueco Rasmus Paludan provocó una ola de protestas en el exterior, incluida Turquía, que mantiene el bloqueo a la ratificación del ingreso de Suecia en la OTAN, aprobado hace un año en la cumbre de Madrid.
La Policía sueca decidió denegar el permiso en febrero a dos peticiones de quema del Corán aludiendo a los riesgos que para la seguridad de Suecia podrían tener actos de ese tipo, pero la Justicia rechazó ese argumento en varias instancias en meses posteriores.