Este martes, Ramesh Rajasingham, alto funcionario de las Naciones Unidas, afirmó que más de 9.900 civiles han muerto desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero del año pasado. Al tiempo, a medida que la temporada de invierno se avecina, los ataques rusos a infraestructuras de energía ucranianas preocupan a la población por la falta de servicios básicos como agua y calefacción para hacer frente a las bajas temperaturas.
El director de la coordinación de la oficina humanitaria de la ONU, Ramesh Rajasingham, afirmó este 31 de octubre que miles de civiles han muerto en ataques contra hogares, escuelas, campos y mercados desde la invasión rusa a Ucrania desde febrero de 2022. Según datos verificados por la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 9.900 civiles han muerto, pero el “número real es ciertamente mayor”. La cifra “equivale a casi 16 civiles muertos cada día”, según Rajasingham.
El funcionario también afirmó que los ataques rusos están infligiendo un “sufrimiento inimaginable” al territorio ucraniano, en donde cerca del 40% de la población necesita asistencia humanitaria, es decir, 18 millones de ciudadanos.
Rajasingham dijo que los civiles ucranianos están sufriendo “horrendas consecuencias humanitarias” por los ataques rusos, al tiempo que padecen “niveles de sufrimiento inimaginables”.
Además, Rajasingham aseguró que los daños por los ataques a la infraestructura, los accesos de los civiles a servicios como electricidad, la calefacción, el agua y las telecomunicaciones están siendo afectados gravemente. “Una preocupación particular a medida que se acerca rápidamente el invierno”, aseguró el funcionario.
A medida que el invierno se avecina, los civiles en los territorios ucranianos víctimas de los asedios rusos se preparan para la fría temporada. Según Rajasingham, la comunidad humanitaria está ayudando a las personas a realizar reparaciones domésticas para que sus sistemas de agua y calefacción estén listos para las gélidas temperaturas.
«El objetivo es garantizar que todos los civiles tengan acceso a un lugar seguro y cálido durante el invierno que se avecina», aseguró.
La atención médica no es la mejor para los ucranianos. Desde el inicio de la invasión rusa, la OMS ha verificado más de 1.300 ataques a centros de salud en Ucrania, esto es más del 55% de todos los ataques en el mundo durante el mismo periodo. Además, desde comienzos de septiembre de este año, el organismo también documentó la muerte de 111 trabajadores de salud y pacientes, al tiempo que 13 centros de atención médica han sido afectados por los ataques en el mismo periodo de tiempo.
Según Rajasingham, a medida que avanzan los enfrentamientos, para las organizaciones humanitarias es cada vez más peligroso operar y la cantidad de trabajadores humanitarios asesinados ha tenido un aumento considerable en lo que va de 2023, en comparación a 2022.
A pesar de los peligros que representa, más de 500 organizaciones humanitarias —en su mayoría locales— llegaron con ayuda humanitaria a nueve millones de personas en los primeros nueve meses de este año. Esto, gracias a los más de 2.000 millones de dólares en donaciones tras un llamado de la ONU que urgía la necesidad de fondos de 3.900 millones de dólares para ayuda humanitaria en este 2023. Sin embargo, más del 40% de los fondos solicitados sigue sin ser donado.