Se están llevando a cabo nuevas evacuaciones en Papúa Nueva Guinea tras el gigantesco deslizamiento de tierra del viernes 24 de mayo.
Unas 7.900 personas están amenazadas por un posible nuevo derrumbe de tierras en el centro del país, anunció el martes 28 de mayo un alto funcionario regional.
Sandis Tsaka intervino el martes por la mañana en una videoconferencia que reunió a funcionarios de varios países para proporcionar ayuda internacional de emergencia. China y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya han ofrecido su ayuda.
«No estoy equipado para hacer frente a esta tragedia», se quejó el funcionario provincial. Está previsto que la policía y el ejército lleguen al lugar el martes para acordonar las zonas más peligrosas.
Los organismos de ayuda humanitaria estiman que más de 1.000 personas ya han sido desplazadas por la catástrofe.
