En Honduras, las mujeres constituyen la mayoría de la población, con un 53.4% del total nacional, lo que equivale a 5.28 millones de personas. Sin embargo, aunque más de 1.4 millones participan activamente en el mercado laboral, aún enfrentan brechas significativas en ingresos, oportunidades y condiciones de empleo, según la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) de junio 2024 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Una fuerza laboral en crecimiento
De los 3.87 millones de mujeres en edad de trabajar, 1.58 millones forman parte de la fuerza de trabajo, y de ellas 1.47 millones están ocupadas. La mayor parte se desempeña como trabajadora por cuenta propia (38%), seguida de empleadas en el sector privado (36%) y en el sector público (11%). El resto se distribuye entre el servicio doméstico, trabajos familiares no remunerados y contratistas dependientes.
Sectores que concentran el empleo femenino
El comercio es la principal fuente de empleo para las mujeres, absorbiendo el 30.6% de las ocupadas. Le siguen la industria manufacturera (16.6%), alojamiento y servicios de comida (10.8%), labores del hogar remuneradas (9.7%), enseñanza (6.8%) y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (5.7%).
Esta concentración en sectores tradicionales refleja la limitada diversificación de oportunidades para las mujeres, especialmente en áreas de alta remuneración o innovación.
Ingresos: una brecha persistente
El ingreso promedio mensual de las mujeres en Honduras es de L. 8,857. Las mejores remuneradas son las del sector público, con L. 17,694 en promedio, seguidas por las del sector privado (L. 9,706) y las trabajadoras por cuenta propia (L. 7,012). Las contratistas dependientes son quienes perciben los ingresos más bajos, con L. 3,863.
Por ocupación, las profesionales científicas e intelectuales encabezan la lista, con ingresos superiores a L. 19,898, seguidas por directoras y gerentes (L. 18,868). Sin embargo, muchas mujeres se concentran en trabajos de servicios y ventas, con remuneraciones más bajas (L. 8,109 en promedio).
Desempleo y tiempo de búsqueda de trabajo
En junio de 2024, 103,526 mujeres estaban desocupadas, lo que representa una tasa de desempleo del 6.5%, superior a la de los hombres (4.4%). Además, el tiempo promedio que una mujer pasa buscando empleo es de 3.2 meses, frente a los 2.4 meses que tardan los hombres en encontrar trabajo.
El acceso a la tecnología es un factor clave para la inserción laboral en un mercado cada vez más digitalizado. De las mujeres jefas de hogar, el 44.3% en zonas urbanas cuenta con tecnología en su hogar, mientras que en áreas rurales la cifra baja al 32.4%. Las que poseen educación media son las que más acceso tienen (43.9%), lo que refleja una relación directa entre formación académica y acceso digital.
Las cifras del INE evidencian que, aunque las mujeres tienen una participación activa en la economía, persisten desigualdades salariales, alta concentración en sectores de menor remuneración y barreras de acceso a empleos de calidad. La diversificación de oportunidades, el fortalecimiento de la educación técnica y el acceso a tecnología son claves para cerrar la brecha de género en el trabajo.
El reto no es solo incorporar a más mujeres al mercado laboral, sino garantizar que lo hagan en condiciones dignas, con salarios justos y posibilidades reales de crecimiento profesional.