El canciller brasileño, Carlos Alberto França, recibió este martes a su homólogo chileno, Andrés Allamand, con quien acordó fortalecer la cooperación bilateral en proyectos para el desarrollo del hidrógeno verde.
“Es un elemento importante para la transición energética”, dijo França en un pronunciamiento junto a Allamand sobre el hidrógeno verde, definido por el canciller chileno como el “combustible del futuro”.
Chile es uno de los países pioneros en los estudios sobre el hidrógeno verde, que se obtiene mediante procesos de electrólisis, y ya tiene proyectos avanzados para su aplicación en la industria de la minería.
Según el ministro França, Brasil tiene, al igual que Chile, unas “condiciones excepcionales para el desarrollo de la economía verde” y esa cooperación puede representar enormes “ventajas” para ambos países.
Allamand destacó la “fuerte agenda de trabajo” bilateral y la apuesta de su país en Brasil, que es el primer destino de la inversión extranjera chilena y el cuarto socio comercial de esa nación andina.
Entre las asignaturas pendientes, citó un tratado de libre comercio firmado entre ambos países en 2018, ya ratificado por el Parlamento chileno y que para entrar en vigor depende sólo de la aprobación del Senado brasileño.
Allamand subrayó “la importancia” de la conclusión del trámite, pues el acuerdo “facilitará las inversiones y el comercio” y abrirá “un enorme espacio para la participación en licitaciones de obras públicas” para los empresarios de ambos países.
Asimismo, destacó que ese acuerdo contiene un “enfoque de género” que permitirá comenzar a “homologar políticas publicas en favor del emprendimiento femenino”.
Del mismo modo, valoró la participación de Brasil en los planes para el tendido de un primer cable de transmisión de datos entre Asia y Suramérica, un proyecto para el que ya se han comprometido Chile y Argentina y al que se sumará próximamente Uruguay.
Durante el encuentro, fueron firmados dos acuerdos bilaterales, uno para impedir la doble tributación de jubilaciones y pensiones, y otro que permitirá la homologación de las licencias de conducir de Chile y Brasil, lo cual, según França, puede ser un aliciente más para el turismo entre ambos países.
Por qué el hidrógeno verde es el combustible del futuro
El hidrógeno verde es un combustible sano para el medio ambiente, y una de las principales alternativas para reducir las emisiones contaminantes para cuidar nuestro planeta. Este elemento se produce a partir de fuentes y energías renovables.
En la actividad realizada en la comuna de Colina, en Santiago, específicamente en la operación Las Tórtolas de la empresa Anglo American, Chile hizo historia al producir la primera molécula de hidrógeno verde para vehículos de faena minera.
Se estima que para el 2030 Chile podría producir el hidrógeno verde más barato del mundo con un costo menor a los USD 1,5 por kilogramo. Se calcula que el mercado alrededor de este combustible podría generar ganancias al país por USD 30 mil millones anuales.
Lo habitual es que el hidrógeno se obtenga de recursos como el petróleo, el carbón o el gas natural. Sin embargo, estos métodos son contaminantes porque generan una emisión de dióxido de carbono.
Por esto es que Chile generó el h2v a partir del agua y la electricidad limpia que es producida por una planta fotovoltaica ubicada en Las Tórtolas, a pocos kilómetros de Santiago. El costo del agua impacta en menos del 1% al costo final del hidrógeno y se requiere relativamente poca agua (10 litros por kilogramo de hidrógeno verde).
Para producir el h2v existe un proceso llamado electrólisis que consiste en separar de este elemento crucial las moléculas de hidrógeno para almacenarlas y usarlas como combustible. Mientras que la molécula de oxígeno es enviada de regreso a la atmósfera.
La primera etapa de producción del h2v consiste en que el agua pase por un proceso de desmineralización. La descarga del agua ayudará para alimentar el electrolizador que es donde se produce la electrólisis. Una vez separadas las moléculas de hidrógeno estas se almacenan en recintos y recipientes especiales como el gas.
Ya almacenados el hidrógeno servirá para alimentar camiones mineros y transporte en general como autos, barcos, buses y trenes.