El joven británico de 17 años Alex Batty, que fue encontrado en Francia tras haber sido raptado durante seis años por su madre y su abuelo sin tener la custodia, vivía en una “comunidad espiritual” alejada del mundo.
Batty será probablemente entregado mañana a su abuela materna, explicó Antoine Leroy, fiscal adjunto de Toulouse, en una conferencia de prensa para explicar los detalles del caso.
El joven pasó estos seis años llevando una vida “itinerante” entre Marruecos, España y Francia, en grupos de “gran movilidad” que formaban una “comunidad espiritual”, aunque no se pueden definir como “una secta”, añadió.
Leroy detalló que la madre se lo llevó a España después de que la justicia británica le diera la custodia a su abuela, que consideraba que su hija era inestable.
El joven estuvo seis años viviendo en casas grandes aisladas, equipadas con paneles solares y en las que habitaban varias familias.
Los habitantes de esas casas hacían mucha meditación y creían en la reencarnación y en la inexistencia del mundo real, añadió el fiscal adjunto.
Sin embargo, relató que Alex nunca estuvo encerrado o secuestrado, y que no sufrió malos tratos o violencia física.
Leroy explicó que su madre quería llevarle a Finlandia, por lo que Alex “comprendió que su periplo había terminado” y se fugó.